S. R.- El pasado 2 de enero de 2018, una joven de Valladolid perdió su móvil en la fiesta de Año Nuevo que se celebró en el recinto ferial de IFEMA. Un joven madrileño de 24 años quiso ayudarle a buscarlo, dejándole su propio móvil, pero cuando la chica quiso devolvérselo, no le encontró. Así que al volver a su ciudad, el 5 de enero, acudió a una comisaría y lo entregó para intentar que la Policía se lo pudiera devolver.
Pero, curiosamente, la víspera, el 4 de enero, el propietario del móvil había acudido a otra comisaría en Madrid a denunciar que en la madrugada del 3 de enero fue “abordado por tres chicos que le obligaron a quitarse el abrigo y que, al negarse él, se lo robaron a la fuerza y se llevaron su móvil, valorado en 750 euros y 140 euros en efectivo”.
Ha sido detenido por su presunta participación en un delito de simulación y un delito de estafa, ya que su compañía aseguradora le había hecho entrega, esa misma mañana, de un terminal telefónico nuevo. Y ha confesado que se inventó la historia para poder resarcirse del perjuicio ocasionado si no aparecía su teléfono.
La presentación de una denuncia falsa puede suponer la pena de prisión de hasta tres años y un perjuicio económico de hasta los 6.000 euros.