Diariamente en Madrid capital hay controles de alcoholemia para evitar que los madrileños se pongan al volante después de haber tomado alcohol y en casi todos se caza a conductores con más alcohol en sangre de lo permitido.
Una de cada cinco pruebas positivas se detecta en el control que suele estar ubicado en Plaza Castilla (309), en el de la calle Princesa en el tramo del intercambiador de Moncloa (197), en la la glorieta Emilio Castelar (139), en la glorieta Rubén Darío (101) y en la Plaza Cardenal Cisneros (109) en la A-6, próxima a Ciudad Universitaria.
También se registran numerosos positivos en la calle Alfonso XII 48, el Paseo del Prado 18, el túnel de calle Costa Rica, la Glorieta de Cádiz, el Paseo del Prado 18 o la Glorieta Mariano Salvador Maella.
Según las encuestas, un 42% de los conductores españoles beben y conducen alguna vez.
El alcohol está implicado en el 30 y el 50% de los accidentes mortales, lo que lo convierte en uno de los principales factores de riesgo en la conducción.
El 29% de los conductores y el 21% de los peatones fallecidos superaron los límites de alcohol en sangre.
De acuerdo con la legislación actual, las tasas de alcoholemia permitidas para los conductores en España son las siguientes:
