L. Torres.- La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Jesús Jiménez Martínez y Gema María Cava Rubio a ocho años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa después de que trataran de matar al exnovio de ella, horas después de haber tenido una vista por la custodia de la hija que tenían en común.
Además, no podrán acercarse a la víctima, Isaac Sanz, a menos de 500 metros ni comunicarse con él por cualquier medio durante 13 años. Por lesiones, tendrán que pagar una multa diaria de 3 euros durante tres meses e indemnizar conjuntamente a Isaac Sanz con 2.300 euros por lesiones y 8.000 euros por las secuelas.
A la mujer condenada, Gema María Cava, también se le inhabilita para el ejercicio de la guardia y custodia de su hija menor -la que tiene con Isaac- durante el tiempo de condena.
La víctima “nunca olvidará” la frase que escuchó decir a su exnovia cuando le estaba pateando en el suelo, mientras que el actual novio de ésta le pegaba puñetazos. “Escuché a mi expareja decir: ¡Mátalo, Mátalo! Nunca se me olvidará”, afirmó Isaac ante el tribunal de la Audiencia de Madrid que juzgaba los hechos ocurridos en octubre de 2015.
La Fiscalía de Madrid pedía 19 años de prisión para ambos. Al hombre le acusaba de asestarle dos puñaladas, mientras a la mujer le consideraba inductora de estos delitos.
Según el fiscal, la pareja “de común acuerdo” idearon un plan para asesinar al excompañero sentimental de la mujer.
El 9 de octubre de 2015, el mismo día en que se le celebró la vista sobre la guardia y custodia de la hija menor de Gema María y su expareja, los dos acusados se presentaron en la vivienda que la víctima tenía en Móstoles.
La mujer avisó a su expareja de que estaba en la puerta de su portal y le conminó a que bajara “para hablar”. Cuando la víctima abrió la puerta, el actual novio de su ex, Jesús Jiménez ,se abalanzó sobre la víctima y le clavó un cuchillo en el abdomen y en el tórax.
Tras caer al suelo, el agresor se puso encima del herido y comenzó a darle puñetazos mientras la otra acusada le daba patadas y gritaba a Jesús: “mátale, mátale”.
La madre del agredido, que también se encontraba en el lugar de los hechos, intentó apartar a Jesús de su hijo, momento en el cual Gema la agarró del cuello y le dijo: “Estate quieta si no quieres recibir lo mismo que tu hijo”.
Al ver que se acercaban varios agentes de policía los agresores salieron huyendo y poco después Jesús fue arrestado tras verse obligado un agente a sacar su arma reglamentaria dada la negativa de Jesús a soltar el cuchillo.
Como consecuencia de la agresión la expareja de Gema sufrió lesiones que, según la Fiscalía, presentaron una patología que supusieron un riesgo para la vida de la persona agredida “de haber evolucionado espontáneamente sin la asistencia médica que se le realizó”.