Andreína murió de neumonía la noche de Reyes de 2020 a los 35 años de edad en el Hospital concertado Gómez Ulla, al que acudió por primera vez el 3 de diciembre y siguió acudiendo en varias ocasiones porque tosía sangre.
La víspera de Reyes ya no podía y regresó. Le dijeron que el tratamiento que le habían puesto era lento y que “no debe acudir al hospital porque se colapsa”, pero a las 21.00 horas le atendieron dada su insistencia y la ingresaron. 24 horas después, moría en los brazos de su madre, a quien hoy, tres semanas después, todavía no han entregado el cadáver.
El hospital alega que el cadáver está en el tanatorio del hospital y que como fue su hijo, de 17 años, quien firmó el ingresoy hasta el 26 de enero no cumple la mayoría de edad, no se lo van a entregar hasta entonces.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid ha pedido al hospital la historia clínica y toda la documentación de la paciente desde su primer ingreso, el 3 de diciembre, hasta su fallecimiento en la noche de Reyes.