La joven desaparecida el domingo 6 de septiembre en la zona de las lagunas de Rivas cuyo cadáver fue hallado el jueves día 10 murió de forma accidental, como adelantó en el momento del hallazgo Mercedes Martín, Portavoz de la Guardia Civil de Madrid (“se pudo resbalar”, dijo) y ha confirmado la autopsia hecha pública este sábado 12 de septiembre.
No hay indicios de delito según la Guardia Civil.
La reconstrucción del caso tras el análisis forense apunta a que la joven pudo sentarse al borde de un precipicio para fumar un cigarro o para ver el paisaje. Por causas que se ignoran se desequilibró hacia el terraplén. El cadáver presenta heridas en la zona del glúteo que hacen sospechar que se pudo escurrir y que trató de sujetarse con las manos para no precipitarse por ese terreno tan escarpado. Junto al cuerpo sin vida se halló un paquete de tabaco y en la misma zona su teléfono móvil.