Iban al barrio de Salamanca con sus perros de raza potencialmente peligrosa (PPP) e intimidaban a adolescentes para que les dieron todo lo que llevaban encima. Tomaban fotos de sus DNI y les amenazaban haciéndoles creer que matarían a sus familiares. Al conocer su dirección, les obligaban a subir a sus domicilios y bajarles objetos de valor. Ya han ingresado en prisión.