Un empleado del Hospital de Alcorcón que hace 22 años asfixió a una paciente del Hospital Clínico mientras dormía y que sólo dos días después de dicho crimen asfixió a un preso de la cárcel en la cual cumplía condena por haber asesinado a la paciente asfixiada, acaba de intentar volver a matar.
Se propuso asfixiar a una paciente del Hospital de Alcorcón mientras dormía pero la compañera de habitación de dicha paciente le vio, presionó el botón de aviso a las enfermeras y le salvó la vida.
El asesino tiene 49 años, padece esquizofrenia y trabaja en la lavandería del Hospital de Alcorcón desde hace cinco años.
Desde el primer asesinato, en 1997, y tras un breve paso por la cárcel, fue condenado a pasar “no más de 20 años en un psiquiátrico” y quedó libre, “sometido a un control periódico” en 2007.
En 1993 intentó matar a otra personal en un centro médico.
Sus compañeros de trabajo en el hospital dicen de él que es una persona fría y reservada y que no conocían su enfermedad.
“Llevaba dos años sin control judicial con el riesgo que eso entraña. Quedó como ‘un enfermo civil’ al que no se le puede obligar ni a tratarse ni a medicarse”, según el psiquiatra forense que le diagnosticó una esquizofrenia paranoidea cuando cometió sus dos anteriores asesinatos.
Quedó en libertad en 2007, el detenido quedó en libertad tras cumplir condena en la prisión y psiquiátrico de Fontcalent (Alicante), donde se le diagnosticó que sufría esquizofrenia. La condena por el asesinato de Valeriana de la Fuente, su primera víctima, incluía 20 años de medida de seguridad, de las que diez estuvo bajo internamiento y otras diez bajo tratamiento ambulatorio.