Un policía prejubilado de 53 años de edad ha asesinado a su mujer en la vivienda familiar en la convivían en la calle Vicente Aleixandre número 65 de la localidad madrileña de Soto del Real y se ha suicidado con una escopeta. Al cuerpo de la mujer le falta la cabeza. Los agentes creen que le disparó y luego la decapitó. La unidad canina de la policía busca a esta hora la cabeza de la mujer del asesino, que había pedido el divorcio. No constaban denuncias.

El asesinato tuvo lugar el fin de semana. Los cuerpos han sido hallados después de que la hija de la víctima -no es hija del asesino sino de un matrimonio anterior de la víctima- haya alertado de que llevaba dos días llamando a su madre, sin respuesta.

El asesino hacía dos años que estaba incapacitado para ejercer su trabajo como policía local por problemas de salud mental.

La víctima acababa de regresar de Londres adonde fue a visitar a su hija mayor, de un matrimonio anterior. Durante la estancia de la víctima en Londres, el asesino recibió un burofax en el que la víctima informaba a su ex de que debía abandonar la casa, que era de ella, porque ella se quería separar.

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