L. Torres.- La Policía Nacional ha informado este domingo 18 de marzo de 2018 de la detención de ocho jóvenes, de entre 17 y 23 años de edad, acusados de haber agredido con un adoquín a un hombre de 55 años que se encontraba en la entrada de la sede del Banco Madrid, okupada por el grupo neonazi Hogar Social, en la plaza Margaret Tatcher, junto a Colón.
De acuerdo al relato policial, los detenidos comenzaron a increpar a la víctima y a otros dos hombres que se encontraban con él, y poco después uno de ellos lanzó un adoquín que impactó en la cabeza al agredido, que debió ser atendido por personal sanitario del Samur.
Los arrestados fueron trasladados a la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional.
En su cuenta de Facebook, los neonazis de Hogar Social Madrid, que da comida a necesitados españoles ha asegurado que la persona atacada esperaba a un reparto de alimentos.
“En la mañana de hoy, sobre las 06:20, la extrema izquierda ha atacado con piedras a algunas de las familias que esperaban ya a las puertas del Hogar para recibir alimentos. Dos personas han resultado heridas, pero la más grave recibió una fuerte contusión en la cabeza al ser agredido con una piedra de grandes dimensiones, desplomándose en el suelo y a la espera de pruebas que dictaminen si ha sufrido daños internos.
El hecho más sangrante es que mientras esa misma extrema izquierda ayer criticaba que, pese a la lluvia y el frío, estuviésemos defendiendo los derechos de nuestros mayores, hoy madrugasen para agredir a personas mayores que percibiendo pensiones que no alcanzan los 600 euros, tienen que acudir todos los domingos por la mañana a Hogar Social para poder comer. La persona a quien lanzaron una piedra en la cabeza, es un señor que mantiene con su ridícula e indigna pensión a otros 10 miembros de su familia que comparten casa, entre el matrimonio, hijos retornados al núcleo familiar y nietos.
Afortunadamente, los 7 agresores han sido detenidos.
Quienes, en nombre de la izquierda y del antifascismo, cometen estos delitos contra personas humildes y honradas, no tienen cabida en una sociedad solidaria donde, parece, la sinrazón se impone fuértemente en un mundo decadente y en ruinas.
SOMOS LO QUE HACEMOS”.
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