El asesino le asestó 14 puñaladas el 16 de enero de 2019 mientras ella paseaba a sus perros en un campo cercano a su casa, entre Villanueva de la Torre y Meco. Antes de morir, ella intentó defenderse arañándole y los forenses hallaron ADN en sus uñas. Ahora, la Policía lo está cotejando con el ADN que está solicitando a 50 jóvenes con los que la joven había hablado en diferentes redes sociales de búsqueda de pareja como Tinder, Meetic o Lovoo, según informa el diario ABC.
En un primer momento, trascendió que una mujer podría estar detrás de su muerte y todas las miradas se volcaron en su compañera de piso, que se sintió acusada por sus vecinos y publicó una carta en la que pedía que se buscara al culpable.