L. Torres.- Las Urgencias del Hospital La Paz, inundadas el día de Reyes, coincidiendo con la lluvia, han inaugurado este lunes 8 de enero de 2018 una nueva sala con capacidad para 13 pacientes y han ampliado el número de camas en 15 para combatir la epidemia de gripe, dos obras que han supuesto una inversión de 1,2 millones de euros y que llegan después de semanas donde trabajadores han denunciado el colapso del servicio o la inundación del espacio.
Los sindicatos tildan esta inauguración como bomba de humo para tapar la realidad de las urgencias del hospital y opinan que se trata de un parche.
La nueva sala cuenta con 10 camillas y tres sillones y, con ella, las urgencias podrán atender a partir de ahora a 114 pacientes en las diferentes áreas de observación, además de los pacientes que atiende de forma ambulatoria.
Tras esta ampliación, el servicio cuenta en total con cuatro salas de observación con capacidad para 54 pacientes, además de una sala de preingreso para 30 pacientes y una sala de tratamientos con 30 sillones.
Este servicio, según informó la Consejería, atendió 156.039 urgencias de adultos en 2017.
Urgencias inundadas
Respecto a la inundación que se produjo el sábado 6 de enero precisamente en la zona de admisión de Urgencias de La Paz, el consejero de Sanidad explicó que se produjo por la rotura de una tubería que «se solucionó en apenas una hora por el servicio de mantenimiento del hospital».
Tras decir que se trata de un edificio «que tiene 50 años», Ruiz Escudero recalcó que la Comunidad ha destinado 140 millones de euros al plan de infraestructuras hospitalarias, que permitirá hacer mejoras en las instalaciones «sobre todo de los hospitales de más años y mayor presión asistencial, como La Paz, el Ramón y Cajal o el Doce de Octubre».
Por su parte, el sindicato Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS), calificó la apertura de la nueva sala de Urgencias como «un parche» y afirmó que lo que el centro necesita es una «reforma profunda». Su portavoz, Miguel Salas, manifestó además que las nuevas camas no son una solución, sino que son un «alivio en algunos momentos».