La cúpula del ejectivo madrileño, de visita en el Hospital Niño Jesús

Madrid,

F. Mollá.- El presidente regional, Ignacio González; la consejera de Educación, Juventud y Deporte, Lucía Figar; y el nuevo consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, han visitado este jueves 4 de junio de 2014 el Hospital Infantil Niño Jesús del distrito de Retiro para anunciar desde allí la incorporación del Hospital Príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares, al programa de aulas hospitalarias que nació en 1966 en este hospital ubicado frente al Parque del Retiro.

Los políticos entran en el Niño Jesús. Al fondo, el Retiro - CAM
Los políticos entran en el Niño Jesús. Al fondo, el Retiro – CAM

Durante este curso escolar que ahora finaliza, 5.765 niños madrileños ingresados han podido continuar con sus estudios durante su enfermedad gracias a este programa de educación en los hospitales, siendo el Hospital Niño Jesús el que ha atendido al 26% de ellos.

48 años de clases en el hospital

El colegio del Niño Jesús fue creado hace 48 años y a lo largo de las décadas su funcionamiento se ha ido adaptando a las necesidades de los pacientes.

Hoy reciben la docencia por un equipo formado por 12 profesores que garantizan el apoyo pedagógico de los pacientes ingresados en el centro hospitalario, y durante el periodo de convalecencia prolongada, en sus domicilios, a través del Servicio de Apoyo Educativo Domiciliario.

Aulas educativas del Hospital Niño Jesús - CAM
Aulas educativas del Hospital Niño Jesús – CA

Las aulas del hospital están habilitadas como colegio por las mañanas y ludotecas por las tardes, por otra parte se imparten clases de forma individual en las habitaciones cuando por criterio médico no pueden asistir a las aulas. Como en los colegios ordinarios, en éste los alumnos tienen la oportunidad de completar la labor educativa con actividades especiales organizadas con motivo, por ejemplo, del Día del Libro o de Europa.

Se trata de una herramienta básica que a corto plazo permite a los pacientes no perder el contacto con la realidad, mantener la rutina, conservar los mismos hábitos, intereses y preocupaciones que tienen los de su misma edad, y en muchos casos, a largo plazo, les ayuda a incorporarse al día a día de una forma normal, sin retrasos, sin tener que hacer nuevos amigos, sin esfuerzos extra.

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