C. Linares.- La subida de las tarifas que van a experimentar los polideportivos municipales en un 25%, el incremento de los precios de los talleres culturales en los distritos, que subirán un 40%, el nuevo plan del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), que “costará a los madrileños un 10% más” y el incremento del Impuesto de Actividades Económicas y el de Vehículos de Tracción Mecánica han suscitado las críticas del portavoz del grupo municipal socialista, Jaime Lissavetzky.
“Madrid será más caro para sus ciudadanos y les ofrecerá menos prestaciones”, afirma. En su opinión, el Plan de Ajuste presentado por Ana Botella este martes 27 de marzo en el Ayuntamiento de Madrid, que subirá un 2%, lo mismo que el IPC, la mayoría de tasas e impuestos, no cubrirá vacantes ni se contratará interinos menos en los casos urgentes, implica nuevas “subidas de impuestos y de tasas para tapar el agujero que ha creado la alcaldesa en las cuentas municipales”.
Lissavetzky cree que el nuevo plan “está basado en previsiones irreales”, siguiendo la estela de todos los planes de saneamiento que ha aprobado el Consistorio hasta el momento. “Se trata de la constatación de la nefasta herencia que ha dejado el tándem formado por Botella y Gallardón”.
Subraya Lissavetzky que “el anterior alcalde y la actual alcaldesa son los únicos responsables de la gravísima situación que atraviesa Madrid”. De hecho “es este Ayuntamiento el que tiene la mayor deuda financiera, 6.348 millones de euros, y el que tiene una mayor deuda comercial: 1.333 millones. A ello, hay que sumar los 1.194 millones de deuda de las empresas municipales, que no computan en la deuda oficial. En total, 8.875 millones de euros”.
El plan prevé un ahorrar, en los próximos dos años, 554 millones de euros en gastos.