C. L.- El Polideportivo Moscardó, situado en la calle Pilar de Zarazoga 93, en el barrio de Guindalera del distrito de Salamanca utiliza desde años gasoil para calentar el agua de sus piscinas cubiertas y, en contra de esta situación, el grupo municipal del PSOE pedirá al Ayuntamiento la sustitución de esta instalación de combustible fósil por una de gas natural.
Además, este polideportivo tiene problemas de presupuesto. Uno de sus vestuarios femeninos necesita una reforma valorada en 60.000 euros y no se llevará a cabo por “falta de presupuesto del Ayuntamiento”, según afirma su director Francisco Aparicio, que lleva once años al frente del centro. “Los 300 millones de euros de la Caja Mágica se podrían haber invertido en los 60 polideportivos de Madrid”, añade.
Aparicio, junto con el responsable técnico del Moscardó, Javier Cerón, enseñaron hace un par de meses las instalaciones municipales al concejal socialista de Deportes del Ayuntamiento de Madrid, Alberto Mateos, a la concejal de la agrupación socialista del Distrito de Salamanca, Carmen Sánchez Carazo y a varios vocales vecinos del distrito, a petición de estos últimos, que querían conocer los pormenores de la situación del polideportivo.
El concejal de Deportes del PSOE se interesó por las tareas de mantenimiento del centro, que, si bien se llevan a cabo en la medida de los posible por técnicos del Moscardó, están externalizadas a las empresa Licuas que a su vez subcontrata a diferentes empresas para acometer los arreglos, al no ser ésta una empresa especializada en centros polideportivos.
“Es una duplicidad. Tenemos a los técnicos, pero no están dotados económicamente dotados para arreglar lo que estropea”, denuncia. “No tienen alcachofas para las duchas ni bombillas”, instiste.
Tras preguntar a los responsables del centro por los tiempos en los arreglos, estos le explicaron que el tiempo medio para reponer la alcachofa de una ducha es de dos días o que la escayola rota de una pared se subsana entre una y dos semanas.
3.000 usuarios con clases dirigidas y cientos de usuarios por libre
En el polideportivo municipal Moscardó hay 18 profesores para dar clase a los más de 3.000 usuarios de clases dirigidas, de los que 1.500 son niños y 1.800 adultos, y un promotor deportivo, además de los socorristas. Entre ellos se encuentra el excampeón mundial de boxeo Manolo Pombo, que imparte este deporte a niños y mayores: una disciplina más entre las que elegir, ya que hay clases de aeróbic, baloncesto, gimnasia rítmica, karate Shyto, natación, pádel, tenis…
“Si pudiéramos contar con más profesores podríamos dar clase a muchos más vecinos del distrito que están apuntados en las listas de espera, pero los recursos son los que son”, afirma Javier Cerón, el responsable técnico.
“Por ejemplo, hay mucha demanda para cardio y musculación”, añade el director del centro, en el gimnasio, plagado de jóvenes entrenando, aunque hay lista de espera para todas las clases, al ser éste un centro deportivo que no tiene cerca ningún otro.
En los 2.190 metros cuadrados del Moscardó hay espacio en el exterior para una pista de pádel (cristal), un pista de tenis y dos de tenis de mesa, y en interiores, para un pabellón de gimnasia, un pabellón polideportivo, dos piscinas, dos salas multiusos, una sala de fisioterapia y otra de musculación.
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Hoy día ya no se concibe una instalación deportiva sin energías alternativas. Luz y calefacción a bese de placas solares, etc.
Como ya todo el mundo debería saber y muchos ya saben, no hay crecimiento sostenible. Nada que implique crecimiento puede serlo. pero claro este es otro modelo y aquí al PSOE se le ve el plumero, como al PP.