J. E. Villarino*.- Creo que estas elecciones suponen un antes y un después en la manera de votar y que pueden ser los prolegómenos de un cambio en el sistema político español. Si los partidos de la casta que hasta ahora han tenido una forma casposa de conducir y gestionar lo público no se dan cuenta que una gran mayoría quiere cambios profundos, no habrán entendido nada. Tarde o temprano, estarán condenados a virar el rumbo y por qué no, desaparecer.
El análisis que hoy hago sobre las elecciones europeas no es hacer política; en todo caso politología. Olvidándonos de cada uno de los partidos en concreto, hemos hecho una disección de los datos distinta. Otra forma de ver los datos.
Gana la abstención y fuerte varapalo al régimen político convencional
El domingo 25 de mayo estábamos llamados a votar 34,7 millones de ciudadanos, pero una inmensa mayoría decidió pasar de acercarse al colegio electoral y de decirle al sistema en quién depositaba su confianza para cinco años por delante y no votar a ninguno de los 54 euroescaños. No se puede decir que los 19,5 millones de no votantes, el decir el 56,02 sean votos antisistema, pero claro que habrá no votantes antisistema, cabreados (bien que se quedan en casa, ponen su cabreo en la papeleta o lo hacen en blanco), al margen de todos aquellos que se abstienen técnicamente por razones extraelectorales (lejanía, enfermedad, ancianidad y otras razones) que, en el mejor de los casos, pueden representar en torno al 20%.
Así que ojo. El ganador de las elecciones fue, como ya ocurrió en otros muchos comicios atrás, la abstención a años luz del partido más votado. Y esta abultada abstención hubiese podido ser más abultada de no ser por los catalanes secesionistas que se tomaron plebiscitariamente estas elecciones para su matraca independentista.
El varapalo del bipartidismo tampoco se queda atrás, ya que de 12,8 millones de votos que sumaron PP + PSOE en 2009, han pasado a 7,6 millones en 2014. Nada más y nada menos que 5,2 millones de votantes les han enviado a hacer gárgaras.
Mayoría de izquierdas
Sobre los votos emitidos y válidos, que han sido 15,3 millones, los votos a partidos socialdemócratas y/o de izquierda, que contempla un amplio abanico y amalgama de ideologías de izquierda y extrema izquierda, son mayoría en algo más de un 60%.
El voto conservador se concentra prácticamente en el PP, CiU, PNV, VOX y otros minúsculos. En ningún caso caben aquí los llamados de extrema derecha, ya que las bases ideológicas del centro conservador y la derecha son completamente distintas a las de extrema derecha.
No así en el caso de los partidos de izquierda (ojo, no los socialdemócratas) en que comparten bastante base ideológica y doctrinal con la extrema izquierda, sobre todo en planteamientos tanto tácticos como estratégicos.
Batacazo del bipartidismo PP / PSOE y auge del independentismo
El morrazo del PSOE Y PP ya lo hemos comentado y ha supuesto casi 16 puntos porcentuales y 5,2 millones de votos. Por el contrario, a pesar del morrazo de CiU, el crecimiento del independentismo catalán ha sido debido al crecimiento de Esquerra Republicana. Otro tanto puede decirse de PNV y de los partidos abertzales cuya asistencia a las urnas en ambas comunidades ha tirado de la participación al alza. El PP parece no haberse enterado del batacazo.
Yo que algunos partidos iría poniendo mis barbas a remojar.
*José Enrique Villarino es economista y consultor, especialista en Transporte, y miembro del Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF).