Al alcalde de Madrid el “drama” le está pasando factura. “Casi no duermo por todo esto. Es muy difícil desconectar”, ha afirmado en una entrevista concedida al periódico La Información.
Su día más difícil fue cuando esta semana visitó la morgue provisional instalada en el Palacio de Hielo de Madrid, que fue el espacio que se habilitó debido al colapso en las funerarias y los depósitos municipales. “Salí conmocionado. Me afectó mucho“, admite Almeida. Una sensación que comparte su entorno cercano, que le vio “muy impresionado, porque aquello es durísimo“.
“Duermo poco y no muy allá. El volumen de decisiones, de acciones que llevas a cabo y la intensidad de las mismas complican todo”, lamenta el alcalde. Un trabajo que, como revelan fuentes de su entorno, implica que reciba más de 1.000 mensajes de WhatsApp al día y un estrés evidente.
“Me levanto a las 7:30, y sobre las 8:30 estoy en Cibeles. La mañana sí la suelo dedicar a hacer visitas imprescindibles o a los actos en los que recibimos donaciones. Después, intento comer siempre en casa. Me paso la tarde de llamadas y videoconferencias con autoridades o con mi equipo, atendiendo a medios… “.
“Voy los sábados a hacer la compra, y siempre se me acercan muchas personas para charlar y dedicarme buenas palabras. Soy humano, y es obvio que me sienta bien. Pero me enfoco en lo importante”.