F. Mollá.- Aunque ya se han dejado ver juntas en varios actos públicos desde la nueva alcaldesa de Madrid, Ana Botella, tomase posesión de su nuevo cargo a finales del año pasado, no ha sido hasta este lunes 23 de enero cuando ambas han mantenido su primer encuentro institucional. Ha sido a las 13.30 horas en la sede de la Comunidad de Madrid y en la reunión las dos mujeres con más poder de Madrid (la delegada del Gobierno Cristina Cifuentes es la tercera y se reunirán con ella próximamente) han tratado temas de interés común para la administración regional y el Consistorio madrileño, como el reparto de competencias duplicadas, la liberalización de horarios comerciales o la reducción de trabas burocráticas a la hora de abrir nuevos negocios.
Al llegar al 7 de Sol, Botella ha escrito en el Libro de Honor de la Comunidad: “Para la presidenta de la Comunidad de Madrid con afecto y mi deseo de colaboración entre las dos administraciones para trabajar por el bienestar de los madrileños”, y Aguirre le ha obsequiado con un reloj.
Por todos es sabido que la relación entre ambas es más cordial que la que en su día mantuvieron Aguirre y Gallardón y que, además de coincidir en maneras de hacer, les une una amistad personal que daba de cuando Aguirre era la ministra de Educación en el gobierno del marido de Botella, José María Aznar.
Ya en los primeros días de gobierno de Botella, la alcaldesa tumbó la reforma del eje Prado-Recoletos de Madrid propuesta por Gallardón a la que Aguirre se oponía y, en rueda de prensa, Botella afirmó que la colaboración entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid en esta nueva etapa será “total”.
Esta reforma era fuente de discrepancia entre Aguirre y Gallardón ya que la primera consideraba que no se cumplían las normas de protección medioambiental debidas y rechazó el proyecto aplicando el silencio administrativo, una opción posible ya que se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC).
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Foto: Zonaretiro.com