J. E. Villarino.- Cualquier lector de ZONARETIRO o vecino del distrito de Retiro o Salamanca, al igual que cualquier españolito de a pie de, por ahora, media docena de ciudades, puede levantarse a las 6:30 y mientras se prepara un café, consultar Google Maps y ver la situación del tráfico rodado en su ciudad. Ello le va a permitir tomar la mejor decisión de viaje a sus quehaceres habituales, sean de trabajo, estudio, ocio, o las que sean. La verdad sea dicha, en estos nuestros distritos, al igual que en el resto de la ciudad de Madrid y su área metropolitana, tome la decisión que tome, de poco le va a servir, porque, desde hace años, muchos años, la situación del tráfico a primerísimas horas de la mañana y mediadas de la tarde, son las que son. Atascos en la M-30, en la M-40, en la M-50, en la A-1 y así hasta la la A-6, más un buen puñado de vías intermedias o de conexión. Otro tanto en las entradas-salidas de Barcelona, Sevilla, Valencia, etc. De nada, o de casi nada han servido los billones y billones de pesetas invertidos en las nuevas infraestructuras. Y es que, el tráfico no se arregla siempre con más infraestructuras, ya que, como ocurre con el efecto llamada de la inmigración, más infraestructuras llaman a más vehículos. Y es el cuento de nunca acabar, o de nunca empezar.
No obstante, buena es la iniciativa de Google que nos brinda al comun de los mortales, información que hasta hace muy poco tiempo estaba reservada a los expertos del Ministerio de Fomento, a través de los datos que diariamente facilitaban los contadores implantados en diversos puntos kilométricos de nuestra red de autovías y carreteras.Los célebres mapas de las IMDs de tráfico. Una manera aplaudible de democratizar la información de interés público, para que cada cual se busque la vida de la mejor manera posible, sin interferencias de los poderes públicos y sin tener el aliento en el cogote de un gran hermano del tráfico.
La teoría del caos -que no consiste precisamente en hacer aquello que a cada cual le venga en gana sino la teoría matemática, física y de la biología y otras ciencias que estudia los cambios dinámicos capaces de, mediante pequeñas variaciones, provocar grandes cambios futuros-, así como los procesos estocásticos, probabilísticos, nos dicen que la información en manos de todos, en el momento oportuno, hace que sea más factible obtener una mejor solución, más óptima, frente al problema enunciado, en este caso la congestión de tráfico. Algo así, como que cada cual buscando su óptimo local, contribuye a mejor lograr el óptimo colectivo. Lo que los romanos tradujeros de los griegos como: el “optimus optimorum“. El óptimo de los óptimos. Lo mejor de lo mejor.
Pero, saben uds, queridos lectores, lo mejor de esto que les cuento: que con todos los datos que Google va almacenando día tras día, hora tras hora y minuto a minuto de cada tramo de vía será posible tener una inmensa base de datos de la que se podrán obtener previsiones de lo que ocurrirá si en vez de poner prohibida una calle en el sentido X y lo cambio al sentido Y, aumentarán o se reducirán los atascos o se trasladarán a otro sitio. O si se abre una nueva infraestructura, se resolverán los problemas actuales,o no. ÉSta es una de las nuevas tecnologias aplicadas al transporte, que liberarán de obtener datos y datos a muchas y muchas personas, para que estas mismas personas puedan dedicarse a cosas más gratificantes, a analizarlos, a pensar sobre ellos, e innovar cosas para que sus conciudadanos tengan una mejor vida. Más tranquila, sosegada, cómoda y humana.