J. E. Villarino*.- Siempre con las Víctimas. Hoy, con las Victimas del accidente aéreo del avión Spanair en Barajas, el 20 de Agosto de 2008. Víctimas, unas muertas y, otras, con vida, los familiares y heridos en la tragedia. Con todos ellos estamos hoy desde esta columna de ‘Paseo de Coches’ y quienes hacen y editan ZonaRetiro, así como todos los hombres y mujeres de bien. Estamos con su desesperanza por la sentencia conocida que sobresee las hipotéticas conductas penales que pudieran derivarse de los técnicos de mantenimiento de aeronaves y la propia compañía Spanair.
En ‘Paseo de Coches’ no somos expertos en aeronáutica, ni somos expertos tampoco en derecho penal, capaces de tener un criterio claro de lo que ocurrió aquel fatídico mediodía y en asignar responsabilidades a todos los actores de esa concatenación de desgraciados hechos. Obligatoriamente nos tenemos que mover en nuestra opinión por la periferia de cómo se desarrollaron las cosas, en aspectos extra-aeronáuticos y no penales.
Pero, eso sí, denunciamos y estamos con las víctimas en que se tarde cuatro años en dictar una sentencia sobre una desgracia de esta envergadura social y personal para las personas y las familias afectadas. Estamos con las víctimas y denunciamos con ellas a la comisión oficial de investigación haciendo oídos sordos a las preguntas de la Comisión de Víctimas que conducirían al meollo de la cuestión, así como al “pasteleo” de organismos públicos aeronáuticos con competencias en este tema. Denunciamos la actitud poco profesional y “pasota” del ministerio fiscal, que por su propia naturaleza tiene encomendado la defensa de los derechos e intereses de la verdad, primero, de la legalidad, en segundo lugar y, de los intereses públicos, siempre. Denunciamos también con las víctimas, o al menos cuestionamos, la tardanza en la llegada de los socorros al escenario del accidente y, por tanto, de la posibilidad de no haberse podido salvar a más heridos: Denunciamos a la compañía operadora Spanair y a la constructora aeronáutica McDonnell Douglas, que gracias a sus poderosos medios legales y sus competencias tecnológicas quizá influyeron en la balanza final.
La Comisión de Víctimas de este accidente, al igual que otras asociaciones de víctimas, al fin y a la postre, siempre se quedan solas en la defensa de sus intereses y de su dignidad. Sin medios, personadas donde es menester, son las únicas que están dispuestas a que se haga justicia por encima de todo, cueste lo que cueste, y al precio que sea, sin que el dinero por las justas indemnizaciones que les corresponden, empañen su objetivo principal de obtener justicia. En su encomiable labor, llega a personarse ante los organismos internacionales de aviación civil para que del accidente se extraigan todas las conclusiones pertinentes que impidan que se puedan repetir accidentes como el del 20 de Agosto en Barajas, lo que contrasta con la dejadez de las autoridades aeronáuticas españolas que intentan resolver cuanto antes este tema y las instancias judiciales interesadas en que sólo se sustancien cuestiones indemnizatorias.
Frente a la actitud de ministros anteriores para con las investigaciones y las víctimas, hay que decir en honor a la verdad que la actual titular de Fomento ha tenido detalles, al menos formales, como el acompañamiento a las víctimas a actos conmemorativos y una mayor receptividad para con la asociación, lo cual mitiga, si cabe, la soledad institucional de los afectados. Lo que no mitiga los miedos de la ciudadanía es que a estas alturas no se sepan, abiertamente y con publicidad, qué medidas se han tomado para que esa tragedia no se vuelva a repetir.
* José Enrique Villarino es economista y consultor, especialista en Transporte, y miembro del Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF).