[vc_row][vc_column width=”1/4″][BetterWeather-inline location=”40.4180,-3.6688″ inline_size=”large” icons_type=”animated” font_color=”#595959″ unit=”C” show_unit=”on” visitor_location=”off”][easy-social-share buttons=”facebook,twitter,google,linkedin,pinterest,pocket,print,mail,whatsapp,meneame” counters=”1″ counter_pos=”top” total_counter_pos=”none” hide_names=”no” fixedwidth=”yes” sidebar_pos=”left” print_text=”Imprimir” meneame_text=”Menéame”][ult_animation_block animation=”fadeInLeft” animation_duration=”3″ animation_delay=”0″ animation_iteration_count=”1″ opacity=”set” opacity_start_effect=”70″][td_block3 limit=”2″ custom_title=”En Portada”][/ult_animation_block][/vc_column][vc_column width=”3/4″][vc_column_text]J. E. Villarino*.- En el marco de la III Jornada de Turismo de Madridiario que se celebró el pasado miércoles 26 de noviembre de 2014 en La Casa Encendida, algunos de sus ponentes parece que estaban de acuerdo en que El Prado-Retiro sea declarada la Torre Eiffel de Madrid. Más en concreto, el representante del Ayuntamiento de Madrid, en la persona de José Francisco García, director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid.
García planteó que Madrid “no tiene Torre Eiffel o Guggenheim sino muchos iconos en la memoria de los ciudadanos. Madrid tiene un intangible que es cómo se vive en ella”, dijo.
“En el aspecto físico, puede materializarse a través de la declaración como patrimonio mundial de la Humanidad del Sitio del Retiro y el Prado en Madrid, para la que se han posicionado, entrando en la lista indicativa de la Unesco. Cuando se obtenga, dentro de dos o tres años, a juicio de García, Madrid tendrá su Torre Eiffel material”, siguió.
Con todo el respeto, hay que tener poca idea de la gestión de bienes culturales para emitir tamaña afirmación. A quién se le ocurre comparar peras con manzanas o churras con merinas.
La patada cultural de este señor que gobierna el patrimonio cultural de la ciudad de Madrid no es que emita tal comparación sino que a Madrid no le hace falta alguna ninguna torre Eiffel.
¿Es necesario para reivindicar lo nuestro tener que emular lo que tienen otros? Estas cosas ocurren por designar para puestos que requieren de preparación, formación y sentido común a militantes con el carné en la boca, le venga grande, mediano o corto el traje con que le han revestido.
No puede ser el gestor cultural de Madrid nadie que sostenga este despropósito, porque luego pasan estas cosas. Con estas ideas, un power-point, un puntero láser y un foro amañado, estos señores de los partidos metidos a expertos dicen las tonterías que dicen.
Señor García, tome nota, por favor: Madrid no necesita ninguna Torre Eiffel, porque como bien dijo tiene en pleno centro de la capital lo que fue un Real Sitio, hoy el jardín urbano más representativo del que cada día disfrutan de su existencia miles de madrileños y visitantes.
Como recoge la web de turismo del Ayuntamiento madrileño: “Con 125 hectáreas y más de 15.000 árboles, el parque de El Retiro es un remanso verde en el centro de Madrid. Especial atención merecen algunos de sus jardines: el jardín de Vivaces, los jardines de Cecilio Rodríguez (jardines clasicistas con aires andaluces), los jardines del Arquitecto Herrero Palacios, la Rosaleda (colección de rosas) y el Parterre Francés con el Ciprés Calvo, el árbol más antiguo de Madrid, del que se dice que podría tener alrededor de 400 años”.
De igual manera, Madrid cuenta con la mejor o una de las mejores pinacotecas. El Museo del Prado que acoge obras pictóricas y de otras artes, únicas, universales y sin valor crematístico posible, porque son auténticas obras emblemáticas, imposibles de tasar en billetes o lingotes de oro. Su valor es estético, de belleza, moral, ético. Son mucho más. Son emociones, luz, historia y lo que cada cual quiera ver en ellas y le impacten emocionalmente.
Admiramos la torre Eiffel como obra de ingeniería avanzada para su tiempo y como diseño estético de lo que luego fue una corriente artística en la arquitectura industrial y de forma especial en el mundo ferroviario, pero ello no es comparable con las obras de arte que albergan los muros del Museo del Prado, algunas, bastantes únicas e irrepetibles.
Sr García, la comparación no ha estado muy afortunada. Para “vender” lo nuestro no es necesario compararnos con lo ajeno. Es mucho más acertado que los expertos en arte hablen del Prado y los expertos en paisaje y jardinería hablen del Real Sitio del Retiro, con conocimiento de causa, mediante una buena proyección cultural en el exterior, que los políticos quieran comparar nuestras joyas monumentales, artísticas y culturales, así, sin más, con las del vecino.
* José Enrique Villarino es economista y consultor, especialista en Transporte, y miembro del Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/1″][BetterWeather location=”40.4180,-3.6688″ location_name=”Madrid” show_location=”on” show_date=”on” style=”modern” next_days=”on” bg_type=”natural” bg_color=”#4f4f4f” icons_type=”animated” font_color=”#ffffff” unit=”C” show_unit=”on” visitor_location=”off”][/vc_column][/vc_row]