“En España, José María Aznar, el exprimer ministro, hizo las maletas y huyó a su villa de vacaciones en Marbella, un famoso complejo turístico en el Mediterráneo, dejando Madrid el mismo día que la capital cerró todas las escuelas y universidades. La medida alimentó la ira en las redes sociales, así como las llamadas para monitorear a Aznar y encerrarlo dentro de su villa” escribe The New York Times.
Este periódico pone a Aznar como ejemplo de “europeos ricos que huyen a sus segundas residencias durante el Coronavirus, extendiendo el miedo y la furia”.
Durante su huida, a Aznar le sorprendió la muerte de su madre, en Madrid, y a su mujer, la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, el ingreso de su hermano en el hospital privado San Rafael de la capital por Coronavirus.
Botella tiene otra hermana con Coronavirus y a su madre, de 87 años, confinada con una nieta según informa ‘La Otra Crónica‘.
Las imágenes en las que se les vio paseando a los perros y escoltados desataron la furia de los españoles.
El matrimonio, de 66 y 67 años, pasea ahora ajena a los focos por su parcela de más de 2.100 metros cuadrados cercana al mar en la que ondea la bandera de España (la parcela de su mansión de Madrid tiene 1.600 metros) y desconecta en su mansión de 450 metros cuadrados (ésta, más pequeña que su mansión de Pozuelo, de 550 metros).