S. R.- El parque arqueológico Valle de los Neandertales del municipio de Pinilla del Valle, en el Valle Alto del Lozoya, en el norte de la Comunidad de Madrid, ha reabierto este martes 15 de marzo de 2016 sus puertas, ofreciendo visitas guiadas a todos los madrileños que quieran conocer cómo eran los pobladores de esta zona de la Península hace 90.000 años y acercarse a las costumbres, la anatomía, la flora y la fauna que rodeaba a esta especie, de manera gratuita. A partir del 15 de junio, la entrada costará 2 euros. 1 para menores de 12 años. Es necesario realizar una reserva en todos los casos.
Los visitantes podrán disfrutar los resultados de 14 años de excavaciones, en los que se hallaron restos de tres individuos neandertales, una mandíbula infantil o, en la última campaña, una cabeza de rinoceronte.
Tras su inauguración el pasado septiembre, más de 4.500 personas han podido disfrutar de un recorrido guiado por el parque a cargo de miembros del equipo de investigación del proyecto.
Ahora vuelven a estar a disposición de todos aquellos interesados, a través de reserva previa en ‘www.elvalledelosneandertales.com‘.
En los yacimientos (la Cueva del Camino, el Abrigo de Navalmaíllo, la Cueva de la Buena Pinta y la Cueva Des-Cubierta) se han localizado cubiles de hienas y campamentos neandertales, en un entorno privilegiado en el Pleistoceno Medio, un vergel donde llegaban manadas de herbívoros, como uros, ciervos, gamos, caballos y rinocerontes, en competencia con grandes depredadores (leones, leopardos, hienas, osos, bisontes, lobos y quones).
Los hombres de Neandertal se cobijaban en las cavidades rocosas, donde dejaron muestras de su actividad cotidiana, como hogares, restos de los herbívoros consumidos o la industria lítica (piedras talladas), que fueron utilizadas para trabajar sus alimentos, curtir las pieles y elaborar objetos de madera.
Los neandertales (Homo Neanderthalensis) fueron una especie de homínido que ocupó el continente europeo y zonas adyacentes a finales del Pleistoceno Medio. Tenían cuerpo robusto, gran capacidad craneal y cabeza con frente baja e inclinada, cara prominente y mandíbula sin barbilla.
Proceden de la evolución del homo heidelbergensis, cuya mejor representación se encuentra en la Sima de los Huesos de la sierra de Atapuerca.
Las causas de su extinción no están claras y en ocasiones se ha señalado la probable competencia con los Homo Sapiens, como factor determinante de la misma. También pudieron influir los cambios climáticos y ambientales.
La cultura que desarrollaron se llama Musteriense y está caracterizada por la elaboración de útiles líticos como raspadores, raederas o puntas.
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