L. Torres.- Este martes 5 de enero de 2015 por la tarde decenas de miles de madrileños han disfrutado de una cabalgata de reyes viajera que ha cautivado a niños y mayores.
El desfile ha contado con cerca de 2.000 participantes, de los cuales 234 son miembros de Voluntarios por Madrid.
Un viaje por los cinco continentes
El arranque y cabecera del desfile ha corrido a cargo de un grupo muy especial, el Pelotón Fugaz, compuesto por 300 personas en bici con luz, entre niños, adultos, agentes de movilidad y policías municipales.
Este pelotón ha guiado la llegada de los tres Reyes Magos y ha avanzado a una velocidad mayor que el resto del desfile, como la estrella fugaz que guía a los Reyes.
Tras ellos iban los Suaveciclos, dos triciclos que proyectaban a su paso sobre las fachadas, los árboles y el propio público imágenes y animaciones en torno al viaje de los Reyes Magos desde Oriente hasta Madrid.
Conducidos por Ygor Marotta y Cecilia Soloaga, un dúo de artistas afincados en São Paulo, proyectarán también algunos de los dibujos realizados en los talleres infantiles de CentroCentro el pasado fin de semana.
Tras la imagen llegó el turno de la música y la danza, con la Carta a los Reyes Magos, una coreografía de letras a ritmo de batucada. Treinta letras hechas con globos con luz estuvieron manipuladas por otras tantas personas que interpretarán una coreografía de la artista Amalia Fernández, plasmando en palabras los deseos que niños y adultos han enviado a los Magos de Oriente. El ritmo lo marcaron los grupos CarneVale y Stero Samba, compuestos de 40 percusionistas que interpretarán diversos estilos musicales afrobrasileros.
El Escuadrón de Caballería de la Policía Municipal participó también en la Cabalgata, en esta ocasión con una representación de diez agentes con uniforme de gala montados a caballo. Tras ellos llegaron los Bomberos de Madrid, con dos de sus camiones de colección -el clásico Dennis y Escala Magirus de 1962-, y la Asociación de Bomberos Bomberos Ayudan S.B, que soltó mil globos en las plazas de Emilio Castelar y Colón desde su Escala Magirus 2015, la más moderna, que aún no está en circulación. La EMT también estuvo presente en el desfile, con un autobús de la línea 27 de mediados del siglo pasado, que en un viaje en el tiempo hace su recorrido habitual lleno de niños y mayores.
Lejano oriente
Tras los cuerpos y servicios municipales llegó el viaje por tierras lejanas, comenzando por India. La primera carroza, un gran elefante de papel, bambú y luz, estuvo seguida por un espectáculo organizado en colaboración con Casa Asia, Sueños de India, dirigido por la bailarina de baile indio clásico Sohini Roychowdhury, contó con una comitiva de treinta bailarinas que lucieron trajes tradicionales y bailaron durante todo el recorrido danzas clásicas y contemporáneas así como folclore de este país.
El viaje real llevó después a los espectadores hasta China. Patacas, un gran dragón chino, sobrevoló la Castellana y el paseo de Recoletos de la mano de la compañía francesa de teatro de calle Plasticiens Volants. Abrió paso a los representantes de la comunidad China en Madrid, que participa por primera vez en la Cabalgata con la tradicional Danza del León, y a treinta niños del colegio de la Asociación China de España que desfilarán iluminando el recorrido con los tradicionales farolillos rojos.
El hielo
Desde Oriente la Cabalgata llegó a continuación al frío Ártico, con una carroza en la que viajó su gran oso polar blanco. Tras él se vieron más nativos polares, como los ocho seres misteriosos y peludos que recuerdan al Yeti y otras criaturas solitarias de leyenda, medio humanos, medio animales, que habitan en el mundo de las aventuras y los sueños.
Les seguieron Los Gnomikys, a cargo de la compañía francesa Remue Ménage, habitantes de un minúsculo país perdido, cuyos reyes se encuentran de visita oficial en la ciudad para dar a conocer su cultura y su folclore. La comitiva real Gnomiky estuvo compuesta por un total de 17 músicos, bailarines y duendes zancudos, que desfilarán junto al rey y la reina.
La tormenta
Tras el hielo, el viaje encontró la tormenta. Una gran nube hinchable sobrevolará el desfile seguida de 20 nubes más pequeñas y 20 rayos centelleantes, manejados por 40 Voluntarios por Madrid, mientras un pelotón de 30 paraguas luminosos multicolor -Umbrellas’s Project de la compañía Cirque Bijou¬- resguardará a los espectadores de una lluvia de confeti plateado.
A continuación la Cabalgata atravesará la ciudad contemporánea de Zootrópolis, la próxima película de animación de Disney, protagonista de su carroza. También en la ciudad encontraremos al Extranjero, un gran turista volador, de nuevo a cargo de la compañía francesa de teatro de calle Plasticiens Volants.
África
Desde el medio urbano el desfile llegó a África, la tierra de Baltasar. La Asociación Cultural Madjani, con 30 artistas de Costa de Marfil, Senegal, Guinea Conakri y Burkina Faso, entre otros,- acercó, a través de la música, los instrumentos, la danza, y las máscaras, a la cultura mandinga, la cultura Man o la cultura Wólof. El espectáculo contó con la participación de Kassoum Sanogo músico, coreógrafo, amigo de Baltasar, y uno de los artistas africanos más valorados en nuestro país, nacido en Costa de Marfil y originario de una familia Griot. Gracias a la colaboración de Casa Árabe, el Pasacalles Gnawa, compuesto por una formación de 18 músicos y bailarines llevó a continuación el desfile hasta las tradiciones de Marruecos y el Norte de África.
La naturaleza, el mar, la luna y la tierra ocuparon también un lugar importante en este viaje mágico. Un barco hecho a base de piezas que representan materiales recuperados y reciclados abrió paso a un mar de globos y anémonas de colores, manejados por 39 Voluntarios por Madrid y a una gran luna aérea de 250 globos (100% biodegradables) con la que danzará una bailarina en el espectáculo a cargo de Paraddax Show.
La carroza de los exóticos pájaros de Angry Birds llevó el recorrido a través de la selva amazónica, donde, gracias a la colaboración de Casa de América, asociaciones del Oriente Ecuatoriano, de Perú y de Brasil se representarán diversas danzas del folclore de la Amazonía, vestidos con sus trajes tradicionales.
El espacio exterior
El viaje de la noche de Reyes llegó a continuación hasta el espacio exterior y el futuro con la carroza de la saga Star Wars, con naves espaciales, láser y cascos de soldados. La seguirá la Legión 501 ‘El Puño de Vader’, el club de fans internacional de vestuario imperial dedicado a extender la magia de la saga Star Wars y especialmente implicado en una importante labor social y desinteresada de voluntariado. La Legión 501 desfilará con una representación de 50 personajes entre los que se encuentran troopers, pilotos bikers, Darth Vader, Kylo Ren, snowtroopers, sandtroopers, oficiales imperiales, pilotos reserva, AT-AT driver, royal guard, galactic marine, snow commander, etcétera.
A continuación seguió una carroza con más personajes del futuro, robots, androides, cyborgs. Saturno y los cometas, de Plasticiens Volants, cerrará el viaje por el espacio exterior y el futuro.
En XXVIII posición llegó el Ayuntamiento de Madrid y una gran carroza de luz desde la que el dj Señorlobo pinchará música electrónica. La luz que emite la carroza se reflejará en unos papeles de espejo que el público habrá recibido a su llegada convirtiendo así todo el recorrido en una gran bola de discoteca que con su estela y reflejos de luz irá guiando a los Reyes Magos.
Tras la música y la luz, el Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil desfilará encabezando el paso de las tres comitivas reales.
Los tres Reyes Magos atravesaron la ciudad montados en sus luminosas carrozas nuevas. Melchor y su comitiva, de origen europeo, llegarán envueltos en oro y azul y un atrezo inspirado en la Astronomía y el aire.
El color de Gaspar fue el azul, con un atrezo inspirado en la Alquimia y el Agua. Rosa y verde anunciarán la llegada de Baltasar, cuya comitiva estuvo inspirada en la Tierra y la Botánica.
Cerraron el desfile los deseados regalos, que en esta ocasión no llegaron en camello sino en triciclos.
Tres espectáculos amenizaron la espera en algunas plazas del recorrido de la cabalgata desde las 18 horas. En Emilio Castelar la marching band del Gadsden High School de San Luis hizo honor a su eslogan ‘Let’s Rock Don’t Stop’, con una banda compuesta por 47 chicas y 60 chicos de 9 a 13 años, e instrumentos de viento, metales y percusión.
En Colón, fue la marching band del Jefferson Forest High School de Virginia la que animó la expectación, con 44 chicas y 26 chicos hicieron sonar bien fuerte sus instrumentos de viento, metal y percusión.
En la plaza de Cibeles, tras el paso del Pelotón Fugaz que abrió el desfile, tocó Coetus, la primera orquesta de percusión ibérica que se conoce. Bajo la dirección de Aleix Tobias, la agrupación reunió los instrumentos de percusión de la península ibérica, algunos muy desconocidos, y que siempre han sido tocados solos o acompañando al canto.
Así fue la lectura de la carta real:
Como colofón, y al igual que en años anteriores, la cabalgata ha finalizado con una traca de fuegos artificiales.
Así ha acabado la #cabalgatamadrid. pic.twitter.com/r1xj0bkvGR — Nuria Moreno (@NuMoreno) enero 5, 2016