No es extraño que los medios de comunicación hagan referencia a la Fed, la Reserva Federal de los Estados Unidos, al informar sobre la economía mundial. Sus decisiones, no en vano, afectan a todo el sistema financiero. Pero no menos importante es el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), que viene a ser la institución que determina la dirección de la política monetaria.
Este organismo del Sistema de la Reserva Federal es el encargado de decidir los tipos de interés y diseñar operaciones de compra y venta de activos en el mercado abierto, con las cuales se logra ralentizar la inflación y controlar el crecimiento económico. ¿Pero qué es el FOMC realmente?
El Federal Open Market Committee (FOMC) está compuesto por 12 miembros que se reúnen ocho veces al año. Y en cada una de esas reuniones se toman decisiones de corto plazo que afectan al movimiento de los mercados, de ahí que sus conclusiones resulten bastante interesantes para cualquier inversor.
¿Cómo afectan las decisiones del FOMC a nuestro día a día?
El FOMC puede subir o bajar los tipos de interés de los préstamos a un día que se cobran los bancos estadounidenses entre sí, lo que sirve de referencia a su vez para los tipos hipotecarios o los intereses de las tarjetas de crédito, por lo que sus actuaciones afectan de lleno a nuestra vida diaria.
Esto se consigue con las Operaciones de Mercado Abierto. De un lado, el FOMC puede aumentar la oferta monetaria con la compra de bonos del Tesoro y otros valores para bajar los tipos de interés. Pero al contrario, cuando se quiere frenar la inflación o se entiende que la economía está creciendo demasiado rápido, suele reducir la circulación del dinero vendiendo más bonos del tesoro y aumentando con ello las tasas.
La evolución de los tipos de interés
En este sentido, cabe resaltar que desde que estalló la pandemia del covid en marzo de 2020, la Fed apostó por inyectar liquidez en el sistema a través de operaciones de expansión cuantitativa, como son los programas de compra de activos, tales como bonos del tesoro, corporativos e hipotecarios.
De este modo se consiguió mantener bajos los tipos de interés durante un largo tiempo. Sin embargo, dos años después de que el mundo se viese paralizado por el coronavirus, el FOMC adoptó un necesario giro ante el auge de la inflación, decretando un alza del interés que ha desembocado en varias subidas consecutivas.
Esto ha tenido un claro efecto en las finanzas personales no sólo de los estadounidenses, sino de cualquier ciudadano, haciendo que los ahorradores se beneficiaran y los deudores, por el contrario, pagasen más por sus deudas en tarjetas de crédito u otros tipos de préstamos.
Pero en su cuarta reunión de este 2023, la cual tuvo lugar en el mes de junio, el FOMC ha decidido cambiar de nuevo el rumbo y decretar una pausa, para sorpresa de muchos economistas, manteniendo los tipos de interés sin cambios entre el 5% y el 5,25%. Una decisión en buena medida motivada por la crisis bancaria que desencadenó la quiebra del Silicon Valley Bank y el Signture Bank.
Discrepancias en el seno del FOMC
Las notas de las diferentes reuniones de dicho organismo no se publican hasta tres semanas después, por lo que ha sido en el mes de julio cuando ha salido la luz la información de que los miembros de la Fed discreparon ante esta pausa en la subida de los tipos.
En concreto, las actas revelan que “casi todos los participantes consideraron apropiado o aceptable mantener el rango objetivo de la tasa de tipos federales entre el 5% y el 5,25%“, si bien “algunos” de los componentes del FOMC, los partidarios de una línea más dura, “habrían apoyado” la posibilidad de elevar la tasa, pues entienden que existen “pocos indicios de que la inflación se haya ralentizado durante los últimos meses”.
Por todo ello, lo más probable es que a este giro le siga un nuevo repunte de los tipos de interés en la próxima reunión del FOMC, prevista para el 25-26 de julio, ya que todos sus miembros coinciden en que, llegados al ecuador de 2023, la inflación es “inaceptablemente alta”y se reduce “más lento de lo esperado”.
En este sentido, el presidente del FOMC, Jerome Powell, ya ha dejado entrever en más de una ocasión que siguen siendo necesarias nuevas alzas de las tasas, lo que según algunos expertos podría desembocar en dos subidas más de 25 puntos base cada una, con el objetivo de llegar en este 2023 a un nivel terminal del 5,75%.
Este nuevo techo de los tipos de interés, en realidad, tiene que ver con la mejora de las previsiones macroeconómicas, pues desde la Reserva Federal entienden que la economía va a crecer un 1% este año, frente al 0,4% previo.