El petróleo sigue cayendo y el oro en estado de gracia, ¿qué está pasando?

Madrid,

En un contexto marcado por un desplome del precio del petróleo, el oro se consolida. De hecho, el valor del preciado metal, a fecha de 4 de septiembre, se afianza en los 2.254,16 euros, alcanzando incluso al inicio de la jornada un valor de 2.260,52 euros.

En cambio, la ampliación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) está barajando rectificar en su estrategia inicial. La caída del precio del crudo ha frenado su intento de devolver al mercado parte de la oferta recortada en los últimos tiempos. El grupo, liderado por Rusia y Arabia Saudí, no descarta mantener la reducción artificial más allá de octubre. Y es que, en una sola sesión, el barril de Brent (referente en Europa), experimentó una caída del 4,86%, la mayor desde mayo.

Niveles críticos para el petróleo

El descenso acusado de la demanda en las principales economías mundiales lleva al petróleo a una situación de alerta. En solo una semana, se han registrado cinco correcciones, con caídas de hasta el 3%. La caída de la demanda del petróleo en China, los rumores de una bajada de precios del crudo saudí y el poder exportador de países de América está provocando que el mercado de crudo se tambalee.

El ‘oro negro’ ve como su cotización se aproxima a un punto crítico a nivel de análisis técnico, con una bajada adicional del 10% que resulta casi inevitable. El barril de Brent ha tocado mínimos, con un importe de 74,2 dólares por barril, una cifra a la que no llegaba desde diciembre de 2023.

Esa pérdida de los 76 dólares ha provocado un fenómeno de venta precipitada de los inversores, algo que impulsa las caídas de las últimas horas. De ahí la importancia de conocer qué es un short squeeze. Este hecho comienza cuando el precio del valor sube inesperadamente, cobrando impulso conforme los vendedores en corto optan por reducir sus pérdidas y abandonar sus posiciones.

Los analistas preveían un precio del barril por encima de los 80 dólares, pero los planes personalizados de recorte en la producción que afectan a Libia, Irak y Kazajistán, por saltarse las cuotas de la OPEP, han propiciado esta tensa situación.

De igual modo, la Agencia Internacional de la Energía preveía una recuperación de la demanda en el segundo semestre de 2024, aunque las tensiones geopolíticas que afectan al frente europeo (Rusia – Ucrania) y a Oriente Medio (Israel – Palestina – Irán) no benefician a que el precio del petróleo no siga cayendo con fuerza.

Esta situación beneficia a los bancos centrales de los países desarrollados, que desean bajar los tipos de interés con garantías. Ahora se espera que la OPEP cumpla con lo establecido y que se devuelvan al mercado, de manera progresiva, los 2,2 millones de barriles de recortes voluntarios. Así pues, se espera que en 2025 se alcance la cifra, quedando el mercado del petróleo con superávit.

El precio del Brent es un indicador clave en la economía mundial, ya que repercute en los costos de la energía, la inflación y la rentabilidad de las empresas en múltiples sectores. El futuro es incierto, pues no se puede calcular cuánto durarán las pérdidas productivas en Libia o si Irak y Kazajistán pueden compensar su sobreproducción.

Si Arabia Saudí cede en sus negociaciones, se produciría un incremento de la oferta y una caída de los precios del barril. De hecho, se prevé que los recortes oscilen entre los 50 y los 70 centavos de dólar por barril. El objetivo es evitar un proceso correctivo más amplio, que provocaría una caída de 67 dólares y un 10%.

El oro se mantiene

La situación actual del oro se aleja bastante de un short squeeze. Al contrario de lo que sucede con el petróleo, continúa siendo el metal más cotizado, logrando máximos históricos tras revalorizarse un 10%.

Actualmente, a fecha de 4 de septiembre, la cotización del kilo de oro ronda los 72.579,03 euros, a la par que el gramo cuesta 73,37 euros.

Los grandes bancos centrales de mercados emergentes siguen comprando oro en grandes cantidades, triplicándolas desde 2022. La demanda de países como China se ha reducido. Pese al frenazo para el petróleo Brent y el cobre, que no se espera que crezcan hasta 2025, el oro sigue sobresaliendo como la materia prima con más posibilidades de crecimiento a corto plazo.

Y es que, en un escenario económico más suave, el oro puede seguir creciendo. Los futuros del oro han subido en 2024 en un 22%, superando los 2.500 dólares por onza. En este sentido, Bank of America pronostica un futuro optimista para el oro, de unos 3.000 dólares por onza en un plazo máximo de 12 a 18 meses, aunque el flujo de capital actual no respalde este precio.

La tensión geopolítica, especialmente en Oriente Medio, además de las fluctuaciones del mercado, marcarán el rumbo del petróleo y del oro. Los inversionistas deberán estar pendientes para saber distinguir la dinámica de un short squeeze de otros movimientos bursátiles como una ruptura.

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *