La leche de soja tiene un IVA del 10% y el IVA de la leche de vaca es del 4%, un hecho que los consumidores del primer tipo de leche, de la leche vegetal, consideran abusivo. “El IVA que los consumidores pagan por consumir leche vegetal es un 150% superior al de la leche de vaca, lo que convierte a España en uno de los seis países de la UE con impuestos más altos para ese tipo de producto”, explican.
En Reino Unido, Holanda, Francia y Bélgica se aplica el mismo IVA a las leches de vaca y soja y quieren que España siga su ejemplo.
Exigen acabar con la inequidad de las tasas impositivas de las leches vegetales en comparación con los impuestos de la leche de vaca y consideran que la industria lechera es la que más contribuye al cambio climático “porque un litro de leche de vaca requiere 22 veces más agua y aproximadamente 12 veces más uso de tierra, y emite tres veces más gases de efecto invernadero que un litro de leche de soja. Otros tipos de leches basadas en plantas, como la de avena o arroz, que son igualmente sostenibles”.
Uno de cada dos estadounidenses compra ahora tanto leches vegetales, solas o alternándolas con leche de vaca, al igual que hace el 43% de los europeos o más de dos tercios de la población de Asia – Pacífico y América Latina.
En España, el consumo de leche de vaca ha registrado un descenso del 27,4% desde el año 2000, según un estudio de la consultora Nielsen.
En 2017 se registró una bajada del 0,3% en volumen de ventas y un descenso de su valor de mercado del 2,2%. Por su parte, en ese mismo año, el volumen de ventas de leches vegetales creció un 8,3% y su valor de mercado subió un 5,8%.
Pese a haber sido el motor del crecimiento durante muchos años, la leche de soja no está detrás de estas cifras, ya que sus ventas bajaron un 8,7%, al tiempo que crecían otras alternativas
vegetales como la leche de avena, de almendras, de avellanas o de quinoa.
A nivel mundial, las perspectivas de crecimiento de la leche de soja son esperanzadoras. El mercado de las leches que no son de vaca alcanzará los 38.000 millones de dólares en 2024, lo que supondrá un
incremento del 14% en comparación con 2018, según un estudio de Research&Markets.