El uso de teledetección es cada vez más popular en diferentes sectores. Los avances tecnológicos y la reducción del coste de dichos datos hacen de ellos una opción muy a tener en cuenta cuando hay que monitorizar grandes extensiones de terreno desde el aire. Asimismo, la aparición de mini satélites ha permitido que muchas empresas sean capaces de tener sus propios satélites artificiales, en comparación con los astronómicos costes de poner en órbita un satélite tradicional.
Aunque existen múltiples constelaciones a día de hoy, no hay ninguna que esté centrada en satisfacer las necesidades del sector agrícola. EOS SAT se convertirá en la primera, con 11 bandas específicas para esta tarea y que servirán para resolver los desafíos habituales del sector.
EOSDA lanzó el primer satélite de su constelación
EOS SAT-1, el primero de la constelación, fue lanzado al espacio el 3 de enero desde Florida, a bordo de un cohete Falcon 9, de SpaceX. Tanto este como los siguientes satélites orbitarán en una órbita terrestre baja (o LEO) de forma sincrónica con el sol y aportarán datos que sirvan para apoyar la aplicación de técnicas sostenibles en la agricultura y la protección del medioambiente.
Se espera que los 7 satélites estén en funcionamiento para 2025 y una vez la constelación esté plenamente funcional, cubrirá el 100% de los principales países en lo que a superficie agrícola y forestal se refiere.
Características de EOS SAT
Los satélites de EOS SAT comparten características unos con otros. Se trata de satélites que pesan 178 kg. y que poseen 2 cargas útiles ópticas con un ancho de banda de 44 km a una altitud de 500 km. Esto les permite tomar imágenes pancromáticas y multiespectrales con una resolución de 1,4 m y 2,8 m., respectivamente.
EOS SAT se apoyará en hasta 13 bandas espectrales de diversa índole, como 2 canales NIR, 3 RedEdge, pancromática o 2 canales SWIR, por mencionar algunas de ellas. La vida útil del diseño es de hasta 7 años.
Datos de monitorización del campo
Haciendo uso de las imágenes satelitales más recientes, EOS SAT proporcionará a EOSDA y, por ende, a sus clientes los datos necesarios para desarrollar su actividad. La mayoría de empresas del sector no cuentan con datos propios, sino obtenidos por terceros, por lo que no tienen ningún tipo de decisión respecto a parámetros de los datos que pueden ser cruciales, tales como la frecuencia de revisita, la calidad de las imágenes de satélite, etc.
Con este movimiento, EOS Data Analytics busca tener el control del ciclo completo de los datos, desde el diseño y ensamblaje de los satélites hasta el procesamiento de los datos y su entrega al cliente final, pasando por todas las etapas intermedias. Solo EOS SAT-1 es capaz de monitorizar más de 1 millón de kilómetros cuadrados al día, lo que será de extrema utilidad para las empresas agrícolas a la hora de hacer frente a problemas como sequías, inundaciones, olas de calor, la maleza o las plagas.
Los datos obtenidos por EOS SAT servirán también para fomentar la adopción de técnicas de agricultura sostenible con las que ayudar a la protección de la naturaleza, en las que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, un menor consumo de energía y un uso responsable del agua son aspectos clave.
¿Cómo afectará EOS SAT al futuro de la agricultura de precisión?
La información que la constelación EOS SAT aportará a los agricultores les ayudará a acelerar la toma de decisiones en su día a día. Por un lado, les permitirá hacer frente a problemas como la falta de agua o la contaminación del suelo y, por otro lado, los datos de regiones enteras podrán usarse para estimar precios o ver si la demanda de alimentos está garantizada.
El objetivo principal de fomentar la agricultura de precisión por parte de EOSDA responde a un necesario aumento de la producción para hacer frente al incesante incremento de la población mundial. Dado que los recursos naturales son limitados y, en ciertos lugares, cada vez más escasos, es necesario hacer un uso justo de ellos; regar un campo entero o aplicar fertilizantes de forma general no solo es improductivo, pues cada zona del campo tiene necesidades diferentes, es más caro para el agricultor y, en última instancia, afectar de forma negativa al campo, al medioambiente y a los seres humanos.