Los mineros de criptomonedas han sufrido una nueva decepción.
Después de que el gobierno chino los criminalizase prohibiendo y sancionando cualquier tipo de actividad realizada en su territorio, encontraron una salida viable migrando con sus equipos al vecino Kazajistán. Sin embargo, los problemas con los cortes eléctricos y de comunicaciones los han situado otra vez en el punto de mira y han de buscar de nuevo un lugar seguro donde poder ejecutar el minado de criptomonedas de manera estable y asequible.
Energía geotérmica como ventaja competitiva
Desde hace unos meses la minería ha incrementado su actividad en los países latinoamericanos, siendo una de las causas que se barajan la devaluación de las monedas locales que los ciudadanos sortean como pueden, buscando oportunidades para evitarlo.
Entre las diferentes opciones a considerar se contempla la de utilizar la energía volcánica disponible en Centroamérica, puesto que sería de gran utilidad por la ventaja que supone en lo referente a rentabilidad y reducción de costes que conlleva utilizar las fuentes de energía disponibles y gratuitas, con respecto a aquellos mineros que deben pagar el coste de la energía que utilizan para el minado.
A pesar de que es necesario realizar una inversión inicial para la construcción de estas centrales geotérmicas, lo cierto es que estos proyectos tienen el apoyo de los gobiernos, con lo que es muy probable que cuenten con acceso a subvenciones. Además, no olvidemos que dada la tendencia alcista de las criptomonedas las perspectivas que se perfilan en cuanto al futuro de estas inversiones son de lo más esperanzadoras.
Uso de las renovables en la minería
Lo cierto es que el debate acerca de la neutralidad en carbono de la minería de criptomonedas ya viene de lejos y, recientemente, ha sido Twitter el lugar donde se han enfrentado, en un acalorado debate, quienes defendían que Bitcoin sería un incentivo para la promoción de las renovables y quienes calificaban tal manifestación como una afirmación interesada.
La realidad es que, hasta el momento, el intenso consumo eléctrico que causa la minería ha sido la causante de que prevalezca una percepción negativa de esta industria tanto entre la opinión pública como entre los legisladores.
Sin embargo, a día de hoy, esta situación podría estar a punto de dar un giro de ciento ochenta grados.
A tenor de lo que muestran los datos Noruega es el país que utiliza energías renovables en el 100% del minado de Bitcoin -concretamente energía hidroeléctrica en su inmensa mayoría y el resto lo haría con energía eólica-.
Y es que la humedad de su clima y una geografía montañosa serían la causa de que la energía hidroeléctrica haya constituido su principal fuente de energía desde hace más de un siglo. Además, a juicio de algunos analistas, un dato a tener muy en cuenta es que la cantidad disponible de energía hidroeléctrica es tal que el acceso a esta energía 100% renovable resulta enormemente asequible para la minería de criptomonedas.
Aunque existen algunas empresas globales como Bitdeer, Bitzero, Northern Data o COWA, la mayoría de las empresas mineras en Noruega son startups locales como Arcane Green Data o Kryptovault.
Estas características hacen de este país un lugar muy interesante para llevar a cabo el minado de Bitcoin puesto que, además del mencionado uso de las renovables para esta labor, también ha dado con nuevos e interesantes usos para dar utilidad al calor residual que se genera con esta actividad con lo que, además, es posible reciclar la energía.
Por otra parte, se ha conocido recientemente que la empresa Blockstream y Block Inc. llevará a cabo la construcción en Texas de una instalación minera de Bitcoin sustentada por energía solar -con Tesla como socio-.
Tratarían así de demostrar a quienes acusan a las criptomonedas de atentar contra el medioambiente que la minería puede hacerse empleando energías renovables y pondrán a disposición de quien lo desee un panel de acceso público donde mostrarán tanto la cantidad de bitcoins como la producción y consumo de energía empleada para su extracción.
En la actualidad la sostenibilidad medioambiental se ha convertido en un nuevo paradigma para los mineros que estrechan cada vez más los lazos que les unen a las fuentes renovables y que, además, hacen viable realizar esta actividad.