Pese a que muchos autónomos están cerrando sus locales en la actual situación de crisis, por no poder afrontar los elevados alquileres en el centro de las ciudades, siguen necesitando un espacio en el que guardar su producto, material y herramientas, para seguir sacando adelante su trabajo. Y otros tantos autónomos que comienzan sus aventuras empresariales prefieren buscar trasteros en los que guardar su mercancía y herramienta antes que arriesgar alquilando locales comerciales más céntricos y más caros, ligados a contratos de una mayor permanencia y responsabilidad. En esta tesitura están naciendo muchos negocios de almacenaje que dan respuesta a esta necesidad creciente, sobre todo en grandes ciudades como Madrid o Barcelona.
El alquiler de almacenes es la solución que ha permitido que miles de autónomos puedan seguir adelante con sus trabajos una vez se han visto obligados a repensar sus negocios, buscando la manera de abaratar costes y que otros tantos miles arranquen sus aventuras laborales por cuenta propia.
A diferencia del alquiler de locales comerciales, los almacenes de Trastering ofrecen espacios y tarifas acordes a la demanda actual de los pequeños autónomos (3’5m², 7m², 10’5m² o 14m²) que necesitan un espacio para guardar sus objetos pero no grandes locales. El precio del alquiler de estos espacios es más asumible y se presenta como un balón de oxígeno para ayudar a los autónomos en esta etapa de incertidumbre.
Ayudas públicas
Además de estas soluciones que benefician a los trabajadores por cuenta autónoma, desde los gobiernos central, regionales y locales se está ofreciendo ayuda a este colectivo trabajadores autónomos, microempresas y pequeñas y medianas empresas ante el importante bache económico que ha supuesto la crisis del Coronavirus para este sector tan fundamental para la economía española.
A nivel nacional, el Estado ofrece hasta el 31 de mayo de 2021 -todavía se desconoce si esta ayuda se prorrogará una vez acabe el estado de alarma, cuya fecha final es el 9 de mayo- prestaciones económicas de cese de actividad a favor de trabajadores autónomos que han visto caer sus ingresos. Y a nivel regional, todas las Comunidades Autónomas han convocado ayudas para autónomos.
Por ejemplo, la Comunidad de Madrid Madrid ha lanzado este mes de marzo tres líneas de colaboración para sacar a flote a los autónomos. Los nuevos trabajadores autónomos podrán recibir una subvención de parte de los gastos para la puesta en marcha de su actividad empresarial, recibir un abono de sus cuotas de la Seguridad Social al capitalizar su desempleo o prolongar la tarifa de plana de 50 euros en su cotización a la Seguridad Social.
También a nivel municipal, los ayuntamientos también están lanzando cuerdas a sus ciudadanos que apuestan por el emprendimiento y luchan por mantener su trabajo a la espera de tiempos mejores. Consistorios como el de la ciudad de Madrid, si bien no ofrecen ayudas económicas directas, sí adjudican avales destinados a facilitar operaciones de préstamo a otorgar a los emprendedores, tanto por entidades financieras tradicionales como por neobancos, plataformas de financiación participativa y otras entidades como las denominadas fintech en aras de ayudar a los autónomos madrileños.