L. Torres.- El modelo funciona en Cantabria, pero parece que no se llegará a probar en Madrid, como piden los profesores. Esos períodos lectivos más cortos, que se adaptan mejor al ritmo de aprendizaje de los alumnos y mejoran su rendimiento, pero como contrapartida, dificultan la conciliación a las familias al introducir esa semana de vacaciones cada dos meses, no entrarán en vigor en Madrid.
El consejero de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken, lo ha rechazado y ha apostado por concordar una distribución de los días festivos que vele por la conciliación familiar.
En declaraciones a los medios en el IES Marqués de Suanzes, Van Grieken ha señalado que desde el Gobierno autonómico se lleva tiempo trabajando con los sindicatos en una mesa con una propuesta “que no es para nada la del calendario cántabro”.
”Quizás en Cantabria lo puedan hacer, pero en Madrid no es voluntad de las familias”. El consejero se ha mostrado convencido de que llegarán “a una opción intermedia” donde “prevalezca la conciliación familiar con también una ruptura de algunos trimestres largos”.
Su propuesta de quitar los exámenes de septiembre en los institutos y adelantarlos a finales de junio. Así, el curso comenzaría la primera semana de septiembre como se hace en los colegios.
Van Grieken ha recordado la necesidad de combinar este objetivo con los 175 días lectivos que impone la ley y de repartir los días festivos en esos “trimestres largos en los que no hay ninguna fiesta ni ninguna ruptura”.
Sobre un presunto cambio de fechas de Semana Santa, Van Grieken ha manifestado que esta “es una tradición que en este país tiene mucho arraigo” y que seguirán “respetándola tal y como está”.