A las colas kilométricas de profesores hay que añadir una difusión masiva de datos personales. La mañana está siendo caótica para el profesorado madrileño que tras horas de cola tendrán que entrar en un espacio cerrado por el que pasan miles de docentes.
“Hasta un niño de 9 años lo haría mejor”, se queja Carolina, una profesora que ha dejado a sus niños para venir a hacerse la prueba y lleva horas en la cola. “Han tenido desde marzo para organizar esto”.
Mi empleador me ha mandado el nombre, apellido, lugar de trabajo, sexo y lugar y hora de su prueba serológica de 16720 compañeras y compañeros docentes y no docentes. Y ese listado lo tenemos los 16720. La Ley de Protección de Datos se la pasan por el forro.
— ?Cruz #16poraula (@CruzDiez) September 1, 2020
Hoy hemos empezado las pruebas a los docentes de la @ComunidadMadrid.
Antes del comienzo del curso se habrán realizado 100.000 test de COVID-19. Un hito sanitario que garantiza una vuelta segura a las aulas. https://t.co/Cn2hOWHzip
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) September 2, 2020