Un mundo sin dinero

J. A. Aguilera*.- Los 100.000 millones no son suficientes. Probablemente tripliquen esa cifra. Además los bancos, en un contexto de depresión económica, no tendrán capacidad para devolver los préstamos y deberá ser la sociedad española la que pague el rescate. Eso, en términos clásicamente económicos.

En lo político, la gravedad de la situación ya planteada requiere nuevas elecciones para ‘gestionarla’. Incluso sin tener en cuenta una ineptitud manifiesta, su debilidad internacional y el evidente carácter dictatorial e hipócrita. Zapatero no sólo fue más hábil financieramente sino que supo rodearse de más apoyos, internos y externos. Rajoy no ha podido capear el temporal ni seis meses. ¿Se lo imaginan en mayo de 2010?

Con todo, esto es simplemente coyuntural. Cierto que hay que derrocar al gobierno, pues nos aboca a una dictadura, pero hay que mirar más allá.

La inteligencia económica y política debe ponerse a la búsqueda de un nuevo sistema, en el que desaparezca el dinero. El ser humano no tiene por qué aguantar más un estado de cosas que le hace retroceder psicológica, sociológica y antropológicamente. Que pone en peligro la salud, la cultura y la responsabilidad, tendiendo a pasos agigantados hacia el esclavismo y la animalidad.

* José Antonio Aguilera es miembro de la Asociación de vecinos Goya-Dalí.