Conocemos sus efectos por los vídeos virales en los que se ve cómo policías de EEUU, Canadá, Alemania, Reino Unido o Noruega inmovilizan a personas agresivas con ellas. Son las llamadas Pistolas Taser, presuntamente no mortales si bien en ocasiones sí causan la muerte de la persona disparada como ocurrió en 2016 con el exjugador de la Real Sociedad Dalian Atkinson.
Ahora las podremos ver en Madrid. El nuevo alcalde Almeida ha autorizado la compra de 200 unidades.
Se puede disparar a 7,5 metros del objetivo aunque la distancia idónea es de entre tres y cinco metros. El táser genera en vacío 50.000 voltios, pero en contacto con la persona cae a 400 voltios con una corriente de 2,1 mA lo que, presuntamente, lo hace no-letal para el ser humano. El envío de impulsos eléctricos está limitado además a cinco segundos aunque el agente puede repetir nuevas descargas si lo cree necesario.
En España cuentan con ella la policía vasca desde 2017, la policía catalana desde 2018 y otros 200 cuerpos de policía locales. El Ministerio de Interior se dispone a comprar 1.000 para la Policía Nacional. El ejército también las usa. Sólo se pueden comprar a nivel del cuerpo, esto es: ningún militar ni policía puede comprarla de manera personal.