A. Pérez*.- Parece ya asumido que desplazarse en bicicleta por la ciudad, es una opción de transporte que debe convivir con otras más comunes, caras y agresivas, excepción hecha de las propias piernas. Aunque siempre se dice que en grandes ciudades la bici es peligrosa, no es menos cierto que la peligrosidad no está en las dos ruedas, sino más bien en las cuatro. Quiero decir que una cosa es la peligrosidad y otra el riesgo. Quien genera el peligro no es la opción menos agresiva aunque sea la que mayor riesgo corre. Si aceptamos así éste criterio, lo mismo sucedería en relación a los sufridos peatones.
Y tienen derecho a preguntarse… ¿a qué viene estas simples reflexiones ( o estas simplezas)?. Cuando el parque del Retiro dejo de ser vía para coches, todos ganamos un espacio público envidiable. Y en verdad lo es. Y podría serlo más si los usos estuvieran más ordenados y delimitados. Un paseo por el Retiro es un placer que todos deberíamos experimentar de vez en cuando y hacerlo con la tranquilidad de no disputarnos los espacios con bicicletas, patines, improvisados circuitos y otras actividades totalmente legitimas y positivas para sus practicantes.
Solo que, cuando ejercemos de ciclistas recordemos la indefensión que sufrimos ante autobuses y coches, para entender que quien pasea es el que lleva la carrocería más vulnerable y apreciada de cuantas existen. Creo que hay espacio para todo y para todos. Y también que una sociedad educada es la que no impone nunca una superioridad de medios, sino que más bien da preferencia a quien tiene los más modestos. Por si fuera poco, todos jugamos los mismos papeles en algún momento de nuestra actividad cotidiana y nos turnamos en ellos. A veces ser socialmente más amables, es cuestión del más puro y sano egoísmo.
*Ángel Pérez es portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid
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Ilustración: Patri Tezanos (Zonaretiro.com)