M. Bejarano*.- Acaban de terminar las vacaciones de Navidad. Parece una época especialmente dedicada a los niños y a las niñas, llena de actividades, películas para los más pequeños, etc… Todo es ocio y distracción para ellos, pero no es el único momento en que tenemos que tener en cuenta el ocio, ni el único para realizarlo…. Tenemos otros 11 meses en el año para disfrutar y de otras muchas maneras….
“Tiempo libre” es aquél que tenemos una vez descontado el “tiempo de obligaciones”y dentro de ese tiempo libre realizamos las actividades de “ocio”, aquello que nos gusta, aficiones, gustos, etc. Esta división del tiempo incluye a todos los miembros de una familia…. sean pequeños, medianos o mayores.
Cuando preguntamos a las familias sobre el ocio que realizan, nos encontramos con que la mayoría de actividades que describen están dirigidas a sus hijos y sólo a ellos. Después, llega la pregunta de cómo los padres y madres disfrutan de su tiempo libre y qué actividades de ocio realizan. … es entonces cuando solemos recibir una risa irónica por su parte… ¡¿Ocio nosotros?! ¿Cuándo?!
Resulta que sí: es importante generar actividades de ocio de cara a nuestra evolución como familia; y esto incluye actividades tanto grupales como individuales de cada uno de sus miembros.
¿Por qué? Como adultos, el buscar un tiempo dedicado a nosotros -para realizar aquellas actividades que nos gustan- es importante tanto para nuestra salud como para la de nuestros hijos. Como siempre, nuestro papel como adultos en la familia sirve de referencia para el resto de los miembros, y nuestra manera de disfrutar y divertirnos también. (Aunque no dudamos que encontrar este espacio de ocio personal requiere un importante trabajo de organización, merece la pena por todas las mejoras que genera en todos los aspectos).
Es importante educar a nuestros hijos en un ocio saludable y variado en la medida de lo posible (partiendo de nuestra manera de divertirnos como ejemplo) de esta manera, cuando llegue el momento en que sean ellos los que decidan por sí mismos, tengan alternativas saludables frente a otras que puedan encontrar y que no lo sean tanto (por ejemplo: el famoso botellón que parece publicitarse como la única manera de divertirse en estos tiempos). Proporcionamos alternativas saludables que poder elegir, porque lo han experimentado en familia, porque lo han visto en casa…
*María Bejarano es psicóloga clínica en Afart Apoyo psicológico y terapia a través del arte