A. Valiente*.- El título I de nuestra Constitución “de los derechos y deberes fundamentales” me parece maravilloso y en particular el artículo 14, el que dice que todos los españoles somos iguales ante la ley; pero desgraciadamente no es así. Que se lo pregunten a Garzón que por querer juzgar a los implicados en alguna que otra trama de corrupción, le juzgaron a él y tuvo que marcharse después de un procedimiento judicial sospechosamente rápido. Que se lo pregunten a Bárcenas que si no hubiese amasado esa fortuna y no hubiese llenado la cúpula del PP de sobresueldos estaría ya juzgado. Qué ganas tengo de que tire de la manta.
No, no siempre tenemos los mismos derechos. Es más, inexplicablemente se le están recortando derechos a gente a la que se les habían reconocido en los últimos años, con la excusa de la crisis. Solo se entiende viendo la soberbia paranoide de la entrevista del martes pasado. Por cierto, qué diferencia con la corrección exquisita de Zapatero 24 horas después.
Ni en derecho somos iguales ni mucho menos en deberes. Habría que preguntar a los defraudadores porqué ellos tienen otros deberes distintos a los míos.
¡De oportunidades ya ni hablamos! Aunque parece que con ese proyecto de ley para emprendedores que saca continuamente el Gobierno -supongo que para crear una cortina de humo-, parece que está ya todo arreglado. ¿Será ésta la oportunidad para 6 millones de parados que podrán ser potencialmente emprendedores, es decir, empresarios? ¿Tendrán todos los que se están quedando sin becas las mismas oportunidades? Y los que se están quedando sin ayudas a la dependencia ¿tendrán ellos las mismas oportunidades? No, todos no hemos tenidos las mismas oportunidades.
Cada vez hay más mendigos, más pobres, más estrecheces en las familias, más escolares que sólo comen al día la comida del colegio. Cada vez se está poniendo más difícil levantarse si tienes un tropiezo. Claramente no todos hemos tenido las mismas oportunidades.
Cada vez hay más desigualdad. Sobre todo en este Distrito ¿hasta cuándo?
* Ana Valiente es vocal vecina del PSOE en el Distrito de Salamanca.
Vicente says:
Me recuerda la escena de la película “los lunes al sol” en la que Bardem le explica al niño el cuento de “la cigarra y la hormiga”.
Todos somos iguales, hasta el momento en que te puedes pagar un equipo de abogados para buscar el mínimo resquicio para escapar impune, o hasta que te deben los bastantes favores como para concederte un indulto, o hasta que te hacen las leyes a medida para que las rentas del capital tributen menos que las del trabajo, o hasta que el juez no se quiera implicar y dilate el proceso hasta su prescripción.
Sí, todos somos iguales, pero unos más iguales que otros.
Miguel Gómez says:
Esta es nuestra lucha Ana, la igualdad que no el igualitarismo, igualdad de oportunidades, igualdad ante la ley
Juan Carlos says:
Si alguien piensa que somos todos iguales ante la ley o ante las distintas situaciones vitales, seguro que pertenece al 95 % de la humanidad que aún piensan, tan solo, con la mente concreta (que no tienen acceso a la mente abstracta).
Esta es la mayoría que debe cambiar para que algún día no se consientan estas situaciones de abuso e indefensión.
Mientras los juicios que no interesan se retrasan hasta su prescripción, la reforma laboral ha eliminado derechos de los trabajadores que no tenían nada que ver con la economía. No puede justificarse tanta desfachatez por la crisis económica, sino por el sentido “critico”, que se intenta aniquilar.
¿Hasta cuándo, Ana? Hasta que haya suficiente masa crítica, de forma que ya no les sirvan de nada, ni los dispendios en los antidisturbios que les defienden.
teodoro says:
Además de no ser todos iguales ante la ley, ante la justicia y en cuanto a derechos fundamentales, además, digo y es lo grave de la situación actual, que la mayoría de los ciudadanos no confían ni en los políticos , ni en los jueces y esto nos está llevando a la apatía y puede llevarnos a situaciones mucho más complicadas.
Antonio says:
Efectivamente, Ana, nada tiene que ver la aplicación de la ley con la justicia. Da verguenza ver tanto traje, tanta corbata y tantos zapatos italianos entrando a declarar y saliendo con una sonrisa que revela la total seguridad que habrá que esperar a la justicia divina para que esta panda de ladrones rindan cuentas.
Y de las oportunidades ni hablemos. No sé si por “emprendedor” entienden anular la sanidad, educación, prestaciones sociales públicas…
R Frutos says:
Aplaudo la valentía con la que escribe nombres de personas que muchos quieren ver desterrados de nuestra geografía como Garzón. Hace poco un médico jubilado forzoso hablaba en la radio, tras reconocer que él era conservador de toda la vida, que a esta Consejería sólo le faltaba la esvástica. Pues eso mientras preparan sus batallones del terror, se dedican a aplicar las leyes con la máxima desigualdad. Garzón a la hoguera y Bárcenas pendiente de solucionar una imprudencia que en diferido la justicia de los poderosos arreglará con orgullo patrio……
Isabel M. says:
Ana creo que es un tema interesantísimo. Las leyes y normas hablan de una relativa igualdad en derechos y deberes que queda sólo a nivel teórico por ahora, porque esta igualdad nunca será posible en el sistema capitalista y católico en el que vivimos.
Sobre la salida a esta situación, pego un texto del libro “Salida integral y democrática a la vida y a la crisis mundial”, de Prometeus:
“Es tal la demagogia e hipocresía y fuerza empleada por el capitalismo en reprobar y obstaculizar el progreso democrático, (que el pueblo sepa y abra los ojos), que esas mismas razones van a ser las armas mejores, para que en un futuro ya no muy lejano el mismo pueblo se levante, pida y exija a gritos su derecho a la libertad, a la igualdad, al verdadero uso de la voluntad (como condición para la responsabilidad) y al progreso.”
Luis Azcue says:
Gracias Ana por tus comentarios siempre acertados y siempre realistas.
Cada día existen más personas con dificultades para llegar a fin de mes y ahora si aplican el Pensionazo, habrá muchas más. No sólo por la reducción de las pensiones y el poder adquisitivo de los pensionistas, sino también porque muchos pensionistas son el sostén de familias enteras.
Bajará el consumo y muchas familias continuaran en su cuesta abajo hacia la pobreza. Que país van a dejar a nuestros nietos.
Luis