Los Millennials conforman una de las generaciones más difícil de comprender. Su estilo de vida y vínculo con la tecnología son completamente diferentes. ¿Pero cómo afecta esto sus hábitos de juego y entretenimiento? ¿Qué hacen para divertirse?
Los Millennials han demostrado ser unos grandes adaptados. A lo largo de su (ya no tan) corta vida los hemos visto transicionar de teléfonos fijos a smartphones, y de VHS o DVD a sistemas de streaming, solo por mencionar algunos ejemplos. Se trata de una generación que, si bien no nació inmersa en esta tecnología, ha podido acomodarse a los nuevos tiempos y seguir el ritmo (incluso impulsando) de la innovación en todas las áreas.
Estos nuevos hábitos se ven reflejados también en sus elecciones a la hora de disfrutar del tiempo libre y divertirse. Los últimos años los han visto migrar hacia medios online, y cada vez es más frecuente que pasen largas horas frente a alguna pantalla. Su vida social, amorosa, educativa y laboral pasan a través de Internet. Y también su tiempo dedicado al entretenimiento.
Los Millennials, que ahora tienen entre 18 y 34 años, han sido los principales propulsores de este cambio. Sus decisiones de consumo son estrella, y obligan a senadores y reglamentadores del mundo a repensar las leyes y adaptarlas a los tiempos que corren. El mercado de apuestas en EEUU ha dado el salto hacia la legalización de juegos de apuestas online y casinos en línea dada la alta demanda que empezaba a tener este sector de la industria, en detrimento del físico o tradicional.
No solo son los Millennials quienes empujan este cambio, como destaca un informe publicado por TragaperrasWeb. La generación que les sigue – que hoy tiene entre 35 y 49 años – ve a los casinos físicos como un espacio deprimente y poco atractivo. Coinciden en que las casas de apuestas en línea son más cómodas, más accesibles y ofrecen un mejor servicio. La generación anterior (49 años o más) todavía disfruta de ir físicamente al casino, disfruta del tradicional ambiente de juego del tipo Las Vegas y no se siente tan cómoda poniendo los datos de su tarjeta en la web. Así, generación tras generación, la industria del juego se transforma.
Pareciera que, al menos por unos años más, el mercado quedará en un estado híbrido, con ambas modalidades de juego conviviendo y hasta interactuando en algunos casos. Así, se ayuda a la transición y se incentiva lentamente la migración de algunos usuarios aunque sin hacerlos cambiar sus hábitos de forma abrupta.
¿Con qué nos sorprenderán las próximas generaciones? ¿Qué vendrá luego del juego online? ¿A qué tendrán que adaptarse, una vez más, los Millennials?