La iluminación artificial LED se ha convertido en la opción más socorrida dentro del sector del cultivo. En el mercado podemos encontrar una propuesta diversificada, adaptable y flexible para cubrir las necesidades de cualquier tipo de planta sin necesidad de exposición solar.
Aquí podemos encontrar una gama de iluminadores led para cultivo para dar buena cuenta de ello.
Pero, ¿en qué debemos basarnos para escoger la mejor led para indoor? A continuación te explicamos tres factores que definen la iluminación artificial para cultivo que te serán de gran utilidad para escoger la mejor alternativa. ¡Presta atención!
Escoger la mejor luz LED para cultivo
El color de la luz en el crecimiento y la floración
A través de la vista podemos percibir la radiación electromagnética de la luz. Su color depende su longitud de onda o frecuencia que por lo general, se expresa en nanómetros (nm). La luz visible oscila entre los 380 nm (rango de tonalidades azules) y los 740 nm (rango de tonalidades rojizas).
También existe un rango de tonalidades verdes, sin embargo, este no es absorbido por las plantas durante sus procesos de crecimiento. De hecho, percibimos a las plantas de color verde porque reflejan este rango de la luz en lugar de absorberlo. Para su crecimiento, únicamente necesitan trabajar con los espectros de tonalidades azules y rojizas.
Por esta razón, las luces LED para cultivo presentan tanto tonalidades azuladas como rojizas. Pero, ¿en qué beneficia cada una?
Rango de tonalidades azules (entre 380 y 500 nm): Son las responsables del crecimiento vegetativo, es decir, aquel que se da después de la germinación y hasta la fase de floración.
Rango de tonalidades rojizas (entre 600 y 740 nm): Favorecen a la elongación del tallo, sobre todo en aquellos cultivos de luz directa. Gracias a la absorción de este rango de luz, las plantas logran extender sus tallos y así incrementar sus niveles de captación de luz solar.
Fotoperíodo o cantidad de horas de luz
Entendemos el concepto de fotoperíodo como el espacio de tiempo en que la planta está expuesta a la luz solar cada día. Como podrás intuir, el fotoperíodo natural se extiende a la cantidad de horas de luz solar diarias, y puede variar de una estación a otra.
El comportamiento y la forma de crecimiento de las plantas depende en buena medida de esta variable. Existen variedades de día corto que florecen cuando el día es más corto (es decir, en estaciones frías). También existen variables de naturaleza inversa: Aquellas que sólo florecen dentro de un día largo (generalmente en estaciones más calurosas). Por último existen plantas neutrales y que presentan una floración no sujeta al fotoperíodo. En realidad, su clasificación depende de la especie.
El fotoperíodo no sólo puede influir directamente en la fase de floración. También puede alterar su ramificación o su crecimiento.
Cantidad e intensidad de la luz
La cantidad de fotones que recibe para realizar la fotosíntesis es otro factor a tener en cuenta. Podemos medir la cantidad de luz en un instante determinado (hablamos de la intensidad de la luz) o de la luz que recibe a lo largo de todo el día.
A partir de estos tres factores podemos obtener una respuesta a la gran pregunta: ¿Cuál es el tipo de luz artificial más adecuado para el cultivo?
¿Qué tipo de luz necesito?
Es importante saber qué tipo de plantas compondrán el cultivo. También si estarán expuestas a la luz solar en algún grado. Como hemos visto, los procesos de crecimiento y floración deberán estimularse a partir de luz azul y luz rojiza.
A partir de la iluminación artificial LED podemos obtener colores “puros” de la fuente de luz. De este modo podemos proporcionar los componentes necesarios para asegurar el crecimiento y la floración. Al ahorrar el resto del espectro de luz que no necesita la planta, obtenemos un ahorro significativo en el gasto de energía.
A día de hoy, las propuestas LED proporcionan una gran versatilidad en cuanto a sistemas de iluminación para cultivos interiores. Podemos encontrar bombillas E27, tubos LED o plantas de grandes dimensiones.