La singularidad, sin lugar a dudas, es una de las mejores características que tenemos los seres humanos, y contrariamente a buscar parecernos a los demás, con ella es donde se encuentra la verdadera belleza y el éxito de las personas. Gracias a la singularidad es posible desarrollarnos en una gran cantidad y variedad de áreas y sectores, por eso es tan importante reivindicar y recibir ayuda en el área psicológica, para aprender a gestionar correctamente todas nuestras emociones.
En este sentido, Marian Batle experta en altas capacidades, explica que pese a que se trata de un valor insustituible, en muchas ocasiones la sociedad señala a esas personas como diferentes, haciéndolas sentir mal y generando estereotipos, lo que suele tener un impacto sumamente negativo para el afectado. Ese impacto, de hecho, puede ser arrastrado hasta la vida de adulto, lo que le puede dificultar el desarrollo de relaciones saludables, e incluso, le puede dificultar el alcance de metas profesionales y personales en diferentes ámbitos.
¿Qué son las altas capacidades?
Altas capacidades es la definición que se utiliza en psicología para hacer referencia a las personas que tienen unas capacidades intelectuales, generalmente, superiores a la gran mayoría, las cuales pueden ser potenciadas desde la niñez o, por el contrario, ser opacadas por el deseo de la persona de encajar en los grupos establecidos por la sociedad.
Desde una perspectiva teórica, son las personas que tienen un coeficiente intelectual superior de 136, aunque hay diversos autores que consideran a las personas con un coeficiente intelectual superior a 130 como superdotados o con altas capacidades. En general, se trata de personas que tienen un coeficiente más alto que la gran mayoría de la población.
En este sentido, es importante destacar que, en muchas ocasiones, las personas que tienen altas capacidades se sienten juzgadas, incomprendidas y desplazadas. El problema, además, es que se trata de un tema que no es gestionado de forma adecuada o del que no se transmite mucha información, por lo que hay un grupo considerable de personas que no se sienten a gusto con esas capacidades, pero simplemente deciden hacer silencio ante tal situación.
La realidad de las personas que tienen altas capacidades es mucho más compleja de lo esperado y más porque son juzgadas por la sociedad, tanto por ser diferentes como por subestimar lo que sienten. De hecho, es sumamente común escuchar, ¿por qué deberías sentirte mal si eres tan inteligente? De ahí la importancia de que las personas que tienen altas capacidades aprendan a identificar las mismas, así como también a gestionar sus emociones en favor de desarrollar una vida con la que se sientan mucho más felices y plenos.
Cómo detectar las altas capacidades
Para determinar si una persona tiene altas capacidades es fundamental que la misma sea sometida a una serie de pruebas, siempre de la mano de un profesional. En este sentido, es sumamente importante destacar que las pruebas para conocer el coeficiente intelectual de una persona, y que son de libre acceso por Internet, no tienen validez científica.
Los test o pruebas para determinar el coeficiente intelectual de una persona deben ser hechos por profesionales. Estas pruebas miden el nivel de diferentes capacidades a través de escalas como el área abstracta, aritmética, razonamiento y velocidad de procesamiento, entre otros.
Esta prueba, sin duda alguna, es de gran ayuda para determinar las altas capacidades de una persona, pero no es el primer síntoma de detección. El primer síntoma, de hecho, son las percepciones de los padres, lo cual suele ser una escala o baremo de gran utilidad para los psicólogos. Por supuesto, generalmente, los padres acuden a consulta porque consideran que su hijo está presentando problemas a nivel emocional y para relacionarse con los demás, sin imaginar que pueden estar ante un caso de altas capacidades.
La sorpresa es aún mayor cuando el rendimiento del niño en el ámbito escolar es bajo. De hecho, es considerablemente común que esto ocurra, pese a la inteligencia sobresaliente del mismo; y la razón es muy simple, el deseo de querer encajar en los estereotipos implantados por la sociedad y que son considerados normales.
Adicionalmente al testimonio inicial de los padres, también puede ser de gran utilidad para el psicólogo indagar en otros aspectos característicos de la personalidad del niño. Esto se debe a que, generalmente, en la primera infancia, el niño ya suele dar muestras de su intelecto superior y un ejemplo sencillo de ello es desarrollando la expresión oral antes de la edad esperada o adquiriendo un vocabulario más amplio para su edad.
También es normal, en el caso de los niños con altas capacidades, que comiencen a ser mucho más independientes y autónomos, y a desarrollar un interés considerable por pasar más tiempo con personas de mayor edad, incluso con el círculo de adultos, más que con niños contemporáneos.
A continuación detallamos cuáles son los pasos para que un profesional de la psicología especialista en este tema pueda detectar de forma efectiva las altas capacidades en un niño:
- Testimonio de los padres.
- Evaluación del niño.
- Test para evaluar el nivel de inteligencia del niño.
- Test para evaluar la personalidad del niño.
Sin lugar a dudas, para que un niño sea considerado como superdotado o con altas capacidades, debe tener una carga genética importante, pero esas altas capacidades pueden desarrollarse, aún más, gracias a la guía adecuada de padres y el entorno escolar. Para ello, resulta esencial que los niños se sientan cómodos y seguros sobre su singularidad, para lo cual, es esencial que aprendan a gestionar de forma eficiente sus emociones.
Es, justamente por lo anterior, que la atención psicológica no solo debe ser vista como una opción para niños o adultos con otros tipos de problemas, sino también para aquellos que siente que no encajan y que no se sienten a gusto por su nivel de inteligencia. La ayuda psicológica es clave para que el paciente aprenda a utilizar diversas herramientas y técnicas a su favor, para desarrollar al máximo sus capacidades y sentirse cómodo con las mismas.