L. Torres.- Este domingo 6 de noviembre a las 12:00 horas, un centenar de trabajadoras del sexo se manifestaron entre la calle Montera, esquina con Gran Vía, y la Puerta del Sol. La principal reclamación fue un lugar para ejercer la prostitución, debido a la “persecución” a la que se ven sometidas por las políticas del Ayuntamiento de Madrid. Quieren “negociar” en qué espacios públicos pueden hacerlo.
Así lo decidieron las 80 trabajadoras del sexo que se dieron cita el pasado 11 de octubre en la última asamblea que celebraron en la salida del Metro de Villaverde para buscar soluciones a sus problemas.
Con una pancarta principal en la que se podía leer: “No a la persecución, negociación de espacios”, las trabajadoras del sexo reivindicaron los mismos derechos que el resto de trabajadores, el pago de impuestos y recibir del Estado las mismas prestaciones.
“Estamos hartas de que nos mantengan en la alegalidad, queremos que nuestra actividad sea legítima y reconocida como una labor más”, han señalado en un manifiesto leído al final de la marcha.
Las prostitutas, muchas de ellas con careta y que han coreado gritos como “estamos hasta las tetas de tanto político chuleta”, han pedido espacios donde poder trabajar tranquilas, con mayor seguridad, limpios, con papeleras, con sitios para descansar, tomar un café, bien alumbrados y con buenos accesos.
Comunicado
A través de un comunicado, las manifestantes denunciaron la semana pasada los problemas que sufren en las calles Montera, Ballesta, Desengaño, Casa de Campo, Villaverde y Capitán Haya, en Madrid, y en otros municipios de Alcalá de Henares. Creen que las normativas y planes municipales “persiguen, acosan y espantan” a sus clientes, “tomando sus datos o poniéndoles multas con diferentes excusas”.
“Queremos espacios donde podamos trabajar tranquilas”, exigen, “con mayor seguridad, limpios, con papeleras, con sitios para descansar, tomar un café o refrescarnos, bien alumbrados y con buenos accesos”, piden.
Las prostitutas quieren reunirse con el Ayuntamiento y los representantes de las asociaciones vecinales para negociarestos espacios. “Estamos hartas de que se diga que todas somos víctimas de trata y se nos niegue nuestra capacidad de decisión para ejercer esta actividad que, aunque la desarrollamos en condiciones cada vez más penosas, es la actividad que hemos decidido escoger para trabajar”, denuncian.
Ellas quieren sus impuestos, igual que el resto de trabajadores, y recibir del Estado las mismas prestaciones y servicios. “Estamos hartas de que nos mantengan en la alegalidad. Queremos que nuestra actividad sea legítima y reconocida como una labor más, lo que nos facilitará nuestra convivencia y el reconocimiento social”.
“Todo ello ayudará a que la gente nos vea como unas ciudadanas más y no como marginales, casi delincuentes; estigmatizadas como ‘viciosas’, ‘perversas’ y ‘malas mujeres’ de la calle”, escriben en el comunicado.
Plan Municipal contra la Explotación Sexual aprobado en 2009
“Las normativas y planes municipales que nos persiguen como si estuviéramos cometiendo un delito anima los prejuicios de la gente contra nosotras y parece que da permiso para que se nos trate mal y nos agredan”, dicen. Ante esto, el Ayuntamiento de Madrid se ha remitido al Plan Municipal contra la Explotación Sexual aprobado en 2009.
Este plan “prima la atención a las víctimas y se sitúa en la perspectiva de la defensa de los derechos humanos; tiene carácter transversal y se diseñó (en 2009) para el trabajo en red con el resto de instituciones, organizaciones, recursos y servicios que desarrollan su labor en este ámbito en la Ciudad de Madrid; recoge las propuestas de las diferentes Áreas de Gobierno Municipales, del Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid, las organizaciones y asociaciones que trabajan con este perfil de mujeres, así como de las organizaciones vecinales y de comerciantes de la zona centro”.