Noche 22: como reses en La Boite del Pintor

N. Mendinueta.- Si os digo “La boite del Pintor” de Goya -donde se encuentra el hotel de la cadena Vincci-, ¿qué pensáis? Porque a mí antes de conocerlo me sonaba a una discoteca super-mega-exclusiva de gente ‘bien’ y bastante entrada en años -o puretas, dicho de otra forma-. Pues nada más lejos de la realidad. Os cuento.

Al llegar vimos bastante aglomeración de gente en la entrada haciendo cola, y ya me di cuenta de que todo estaba lleno de mozuelos bien vestidos -hay que ir casi hecho un pincel para que te dejen entrar, en el caso de los chicos- pero nada de maduritos o viejunos como yo creía en un principio. Jovenzuelos por doquier -y eso que la entrada es para mayores de 21 años, en teoría.-. Y olvidaos de listas y preparar las carteras, porque os va a tocar pagar 12 o 15 euros, en función de si queréis una o dos consumiciones.

Lo de los ‘puertas’ de la entrada me pareció bastante vergonzoso. Y es que cada vez llevo peor lo de que traten a las personas como ganado, que sólo les faltó marcarnos como a reses, y se les olvida que al fin y al cabo están ahí gracias a la gente que entra en ese lugar, así que yo creo que ya sólo por eso nos merecemos un trato más amable. Y ahora que me he quedado a gusto continúo.

Una vez dentro, el mal sabor de boca que se me había quedado en los momentos previos a la entrada desapareció por completo, porque la verdad es que había una fiesta bastante potente. Más que nada porque todo el mundo estaba de lo más animado y no paraban de sonar temazos bailongos -que digo yo siempre- con los que te da todo el subidón –pachangueo, house… todo muy variadito-. Por otro lado, no sólo no había rastro de maduritos sino que más de una vez me planteé la mayoría de edad de más de uno -será que a algunos tardan más en dar el… estirón-. Eso sí, casi todos eran del barrio, es decir, nivel medio-alto, o al menos en apariencia.

El local consiste en una pista central que recorre toda la discoteca como un maxi-pasillo y a los lados se encuentran las barras. El precio de la copa es de 9 euros.

En definitiva, exceptuando el momento de la entrada al estilo vacuno, es un lugar que me sorprendió muy gratamente y ciertamente me lo pasé en grande. También es verdad que estábamos de cumpleaños y éramos un grupo bastante amplio. Pero el ambiente acompañaba, desde luego 😀