J. E. Villarino*.- Concluye un amigo mío resignándose, cuando algo no puede ser y además es imposible, diciendo: “así tendrá que ser”. Pues, lo que dice mi amigo vale para aplicarlo a BiciMadrid, el sistema público de alquiler de bicicletas en la ciudad de Madrid, sobre el que ya nos hemos referido y pronunciado en Paseo de Coches.
El desastre de BiciMad no se arregla teniendo paciencia, otros seis meses más
Efectivamente, la EMT, Empresa Municipal de Transportes, que fundamentalmente se encarga de gestionar los autobuses urbanos de la capital, ya se ha hecho cargo de la gestión del sistema de bicicletas, si bien nos parece que con un tanto de incompetencia y, cuanto menos, con un poco de “pachorra”.
EMT se ha hecho cargo de la gestión de este servicio para poner remedio a los dos años de experiencia fallida de la anterior concesionaria, que ha sido incapaz de poner coto a desmanes e inexperiencias, de todo tipo.
Pues, echamos mano de otro dicho manchego para calificar lo que hasta ahora hemos conocido y visto del aire que se da EMT para enderezar la situación: “salir de Málaga, para entrar en Malagón”.
Los números, que suelen ser tozudos, muestran que hasta octubre la cifra de usuarios de las bicicletas municipales continúa descendiendo. Alguien quiere justificarlo diciendo que claro, la entrada de un nuevo operador y las medidas que ha adoptado son inconvenientes para un uso cómodo de este servicio.
EMT presume de cosas que ya se han hecho que a nuestro criterio y al fin y a la postre no son otra cosa que bla, bla, bla. Veamos la colección de medidas llevadas a cabo: auditar el sistema, detectando fallos y sus causas; diseñar y probar nuevos anclajes; probar un nuevo modelo de GPS; e implantar y reemplazar los nuevos elementos en bicicletas y estacionamientos. Nada.
Si esto es lo hecho, el plan de lo que queda por hacer es del mismo paño, o parecido: comprar 1.100 nuevas bicicletas en 2017; ampliar el servicio a nuevas juntas de distrito; nuevas cámaras de vigilancia en los estacionamientos; más vigilancia de la Policía Municipal, y otras. Una huida adelante, sin coger el toro por los cuernos. Antes de crecer habrá que arreglar y hacer que funcione lo que se tiene. ¿O no?
Lo de la pachorra venía a cuento porque EMT se ha dado 6 meses para ver el efecto que surten las medidas que dice que ha tomado y las que piensa tomar. Largo me lo fiáis.
¿Cumple BiciMad con su principal misión?
El Centro de Investigación del Transporte TRANSyT, adscrito a la Universidad Politécnica de Madrid, ha llevado a cabo dos estudios sobre la utilización en general de la bicicleta en la capital, el uso de BiciMadrid por los madrileños, las características, valoración del servicio y los condicionantes socioeconómicos.
El primero de ellos se llevó a cabo en mayo de 2014 previamente a la inauguración del servicio y la segunda al año de su inauguración, en junio de 2015. Según se desprende de este estudio la principal finalidad del uso de la bicicleta en la ciudad y, más en concreto, el de Bici Mad sería “robar” ciudadanos al vehículo privado para trasvasarlos a la bicicleta.
Pues bien, según los resultados, la cosa no funciona así, ya que los usuarios abonados a BiciMAD atraídos del vehículo privado no llegan al 6%. Y por el contrario, más del 86% de sus usuarios son peatones o usuarios que antes realizaban su viaje en transporte público.
Destaca el uso de BiciMad para la movilidad obligada de periodicidad diaria con casi un 40%, duplicando las tasas habidas un año antes. Destaca también los porcentajes de uso semanal y mensual para el tipo de movilidad no obligada: compras, ocio-deporte, visitas a familiares, amigos, etc, así como el uso nocturno de estas actividades.
Yo ya he manifestado en un artículo anterior la escasa confianza en BiciMad, si no se toman otras medidas de orden de seguridad vial, urbanismo, educacionales, etc que precedan a la implantación, sin más, de un sistema público de bicicletas urbanas.
Para resolver la incapacidad de la concesionaria del servicio por dos años, se traspasó el servicio a la empresa de transporte de buses urbanos EMT y todo apunta a que el problema que tiene el consistorio con la bicicletas no se va a resolver. Primero, por la pachorra con que se está tomando la revisión del cúmulo de errores cometidos y por la escasa imaginación de esta empresa, que nunca ha entendido nada de bicicletas, para enfrentar las soluciones necesarias.
Para el viaje de que los nuevos ciclistas procedan mayoritariamente del transporte público y quienes antes iban andando, no hacían falta estas alforjas. El vehículo privado, de momento, tan campante.
* José Enrique Villarino es economista y consultor, experto en Transporte y columnista de Zonaretiro
brightbussbrain says:
Pues he he de decir que yo desde hace un par de semanas veo muchas mas bicis y que funcionan mejor.. llego a las estaciones y casi todas están verdes y hay varias… el comentario general de mi circulo, el cual, utiliza BICIMAD piensa lo mismo…. Cuando escribiste esto? Graciasss!
El autor says:
Me cuesta hacerme comprender, o quizá mi argumento le importa a la gente un pimiento. Mi crítica a BiciMad, exagerando, es que es un juguetito que no constituye ninguna alternativa a una mejor movilidad urbana, a la congestión y a la contaminación. Por algo se empieza, me dirán, pero ese por algo se empieza, nos sale un poco caro, año tras año.Por favor, ni la concesionaria anterior, ni la EMT van a sentar las bases para que la bicicleta se pueda codear con otros modos de transporte. Porque las autoridades entienden que fomentar la bicicleta como modo de transporte, es poner bicicletas de alquiler, y ya está. Sin hacer antes otras cosas imprescindibles para el éxito.
Hoy día, la bicicleta en Madrid, adolece de mucha diletancia.
El autor