Noche 23: con subtítulos en Equal Deafriendly

N. Mendinueta.- Esta semana he estado en una discoteca… para sordos; y también para oyentes, claro. Se llama Equal DeaFriendly, situada en Goya 43 (metro Velázquez), y es una sesión que realizan los jueves de 22.00 a 2.00h -buen horario, que al día siguiente toca madrugar-. Si entráis por lista o con flyer, la entrada es gratis hasta las 23:30, a partir de ahí la entrada reducida son 8€, y si no tenéis lista ni flyer, 10€, con una consumición.

He de decir que yo estaba bastante intrigada en los momentos previos a entrar, pensando en lo que me iba a encontrar, cómo iba a ser la situación….¿y si me dicen algo en lenguaje de signos? ¿qué hago? qué vergüenza… Todas esas cosas se me pasaban por la cabeza. Una vez llegamos, nos encontramos con Mamá Nöel, más conocida como La Jorja, una persona de lo más simpática y agradable que nos explicó el cómo y por qué de todo el cotarro -hay que remarcar que es la primera discoteca habilitada para sordos de España y, probablemente, de Europa-. Y por fin, entramos en la pista de baile.

Seguro que os estáis imaginando un lugar con luces de colores, barra para pedir copas, gente hablando en lenguaje de signos… y todo en silencio, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad. Es una discoteca como otra cualquiera, efectivamente, con sus luces colores, barra con camareros… y música, por supuesto. ¿Que qué tiene de especial? Que el sonido de los altavoces, a través de los graves, permite a las personas sordas oír la música a través de las vibraciones. Por lo tanto, sordos y oyentes pueden disfrutar de una noche de fiesta y diversión en la disco y en igualdad de condiciones. Otro dato de lo más curioso -que me parece una idea brillante- es que hay pantallas distribuidas por toda la sala donde se visionan los videoclips de las canciones que van sonando, pero además de eso, están subtituladas y aparece una persona interpretándolas en lenguaje de signos. ¿No es genial?  Y también los camareros conocen el lenguaje de signos, como es lógico.

Yo me quedé sorprendida con el buen rollito que se respiraba allí. A pesar de haber inaugurado hace una semana aquello estaba abarrotado de gente pasándoselo pipa. Y he de reconocer que en un principio me sentí como seguramente se han sentido muchas personas sordas en más de una ocasión a lo largo de su vida. Me sentí “la rara”, “la diferente”. ¿Qué tontería verdad? Pero veía a mi alrededor a gente hablando en lenguaje de signos y pensaba: yo aquí no puedo interactuar con nadie, porque no me voy a poder entender con ellos… Y llegó el momento que tanto había temido, unos chicos se dirigieron a mí en lenguaje de signos (tierra trágame). Sólo me pidieron que les hiciera una foto y que más tarde se la enviara para que ellos también la tuvieran. Y me di cuenta de que no era para tanto, el ser humano tiene muchísimos recursos para comunicarse. Qué estúpida soy, leches. Esa misma situación se produjo una segunda vez, pero en este caso la chica no era sorda y al ver mis gestos de no entender nada directamente empezó a hablarme. Tras esto me percaté de que el público era de lo más diversificado en cuanto a la edad, y mayoritariamente sordos, pero también había muchos oyentes que conocían el lenguaje de signos.

En definitiva, me lo pasé como una enana. Después de la tontería mental del inicio me dejé llevar por los temazos de ayer y hoy que estaban pinchando -todos mitiquísimos y de lo más discotequeros- y por el ambiente -de lo más fiestero-buenrollero- y lo di todo 😀

Así que os animo a todos que experimentéis una noche en Equal Friendly y que, por supuesto, conozcáis a la gran Jorja, que merece una mención aparte. Yo me llevé una muy grata sorpresa, desde luego. Además de quedarme con un buenísimo sabor de boca, sentí que de alguna forma había aprendido algo nuevo, y no el lenguaje de signos, precisamente. Eso lo tengo como tarea pendiente para la próxima vez que vaya 🙂