P. Rodríguez.- Tras cinco días de huelga en el servicio de limpieza viaria de la capital, Madrid se ha convertido a fecha domingo 10 de noviembre en un vertedero sin límites. Cada plaza, cada calle y cada acera denotan la suciedad acumulada desde el martes día 5, pero el consistorio sigue sin tomar medidas argumentando que “no hay motivos para decretar una alerta sanitaria”, entre otros factores gracias al frío de estos días.
Según indican desde el consistorio, efectivos de Madrid Salud inspeccionan a diario la capital y efectúan las correspondientes mediciones sin que hasta el momento hayan tenido que intervenir las autoridades sanitarias.
Sin embargo, los vecinos piden soluciones para el conflicto que provoca malos oleres y genera incomodidades a la hora de caminar entre desperdicios.
Este viernes 8 de noviembre la alcaldesa, Ana Botella, se reunió con los representantes de tres de las cuatro empresas concesionarias del servicio de limpieza de viaria y mantenimiento de jardines de la ciudad (Sacyr, FCC y OHL) y se interesó por el estado de las negociaciones con los sindicatos.
Botella les presionó para que intenten solucionar el problema cuanto antes y les ha recordado que tienen la obligación de cumplir sus obligaciones contractuales y que el Ayuntamiento velará por que eso sea así.
El Ayuntamiento tiene la posibilidad de realizar descuentos en los pagos a las empresas en función del incumplimiento de los estándares de calidad que establece el nuevo contrato integral del servicio vigente desde el pasado mes de agosto. Algo que ya hizo en octubre por dicho motivo: descontó casi 1,2 millones de euros por no cumplir los estándares de calidad ese mes.
Las adjudicatarias se han quejado en los últimos días de que los equipos -que en muchos casos están siendo escoltados por la Policía- no pueden llevar a cabo sus trabajos por la presión de los piquetes.