Agentes forestales de la Comunidad de Madrid se han encontrado con este curioso fenómeno en los conocidos como charcones y juncales salinos de Cerro Negro en Colmenar de Oreja.
No se trata de ningún vertido. Podría deberse a un fenómeno químico producido por microorganismos.
Los lagos, lagunas y océanos están llenos de microorganismos, algas y bacterias. Estos organismos no son perceptibles a simple vista, su tamaño oscila entre una micra (una milésima parte de un milímetro) y unas pocas decenas de micras. En determinadas ocasiones, los microorganismos proliferan hasta alcanzar enormes concentraciones (hasta diez millones de microorganismos por mililitro de agua) y pueden teñir el agua de colores blancos, verdes o rojos.
¿Por qué el lago australiano Hillier es rosa?
Los pigmentos de una serie de microorganismos halófilos tiñen de rosa las aguas del lago Hillier, en el suroeste de Australia
El estudio atribuye el color a una inusual combinación de microbios.
El grupo de investigación obtuvo permiso para tomar muestras de agua del lago y las analizó empleando un método conocido como metagenómica, que consiste en secuenciar a la vez todo el ADN presente en una muestra y asignarlo, mediante potentes ordenadores, a genomas de distintos microbios. Los resultados revelaron la presencia de al menos 500 microorganismos diferentes, como algas, bacterias, arqueas o virus, capaces de sobrevivir en condiciones extremas.
Muchos de esos microbios son halófilos, lo que significa que toleran concentraciones de sal muy elevadas. Y es que el lago Hillier es unas ocho veces más salado que el océano circundante. Entre los microorganismos halófilos figuran Salinibacter ruber, una bacteria de color rojizo anaranjado, o las algas rojas de la especie Dunaliella salina. Tighe y sus colaboradores explican que el tono rosa del lago se debe a una combinación de esos y otros microbios. La coloración de estos se relaciona, a su vez, con los carotenoides, unos pigmentos que posiblemente los protegen de las condiciones extremas.
Sin embargo, el lago Hillier, descubierto en 1802, solo puede verse desde el aire. La isla es una reserva natural y solo puede accederse a ella con un permiso especial estrictamente regulado. No obstante, varias empresas locales ofrecen vuelos regulares. En principio también se podría nadar en sus aguas, ya que, más allá de su elevada salinidad, deberían ser inocuas.