La custodia compartida alcanza ya más del 40% de las separaciones con hijos en España. En 2020, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, esta opción llegó al 41,4% del total de casos.
Esta fórmula se inició a finales de los años 80, cuando aparecieron los primeros movimientos de padres en España que pedían un trato igualitario en los divorcios y establecer un equilibrio en los tiempos de cuidado y crianza de los críos.
Muy a menudo, cuando se dictan resoluciones de custodia compartida, lo que hay tras esta decisión es una relación amistosa entre las partes, es decir, los cónyuges que se separan, para favorecer los intereses de los hijos en común. En este entendimiento mutuo juegan un papel muy importante los abogados familia madrid.
Una vez resuelto el proceso, para llevar a buen puerto la crianza los hijos, los propios bufetes de abogados insisten en que la mejor manera de planificar, organizar y acordar la nueva situación es mediante un calendario de custodia compartida.
¿Cuánto tiempo pasan los padres con sus hijos en la custodia compartida?
El Tribunal Supremo, en una sentencia dictada en enero de 2019, confirma que la custodia compartida no obliga de manera necesaria a un reparto de tiempos igualitario. Los cónyuges deben acordar un reparto en el que se busque la máxima equidad posible, contemplando cuestiones que son relevantes para cada miembro de la familia.
De este modo, el calendario de acciones y cuidados ha de tener en cuenta los siguientes matices: el reparto de tiempos y la edad de los menores, las obligaciones laborales de cada progenitor y las vacaciones y los días festivos.
La norma jurídica, derivada de múltiples sentencias, establece que la distribución de tiempos en el cuidado de los niños sea por semanas alternas, lo que significa que los hijos deben estar una semana con cada uno de los progenitores.
A su vez, se fija un día de visita intersemanal para que el cónyuge que no vive con los hijos esa semana pueda tener un contacto cercano. Con estas premisas, ya se pueden establecer calendarios de actividades, sin olvidar que si los hijos son menores de dos años, la alternancia puede variar en periodos de tres días.
Igualmente, a medida que los hijos vayan creciendo y entrando en la adolescencia, se pueden introducir modificaciones en la custodia compartida para pasar quincenas alternas con cada uno de los padres y ser ellos mismos quienes decidan los días que están con uno u otro progenitor.
¿Cómo realizar un calendario de custodia compartida?
Un factor importante a estudiar para organizar un calendario que satisfaga a todas las partes es la cuestión laboral. En ocasiones, los horarios de trabajo de los padres obligan a fijar alternancias diferentes a las semanales. Es muy habitual repartir los días intersemanales y los fines de semana entre los padres.
Las vacaciones escolares y los días festivos son otro asunto de gran importancia. La sugerencia más repetida es mantener la alternancia semanal en el periodo no escolar, incluyendo aquí días festivos de Navidad, Reyes y Semana Santa.
En verano, el reparto de tiempos tiende a ser más prolongado cuando existe una relación cordial entre los padres. En un calendario bien definido, y que sea flexible, se pueden ahorrar muchos conflictos.
El ejemplo de las vacaciones de verano es muy útil, porque en ese periodo es más frecuente establecer custodias de quincenas, para que cada progenitor pueda organizar el tiempo que pasa con sus hijos y sus obligaciones laborales de antemano.
A mayor claridad en el esquema de custodia compartida, más facilidad para llegar a un acuerdo que favorezca a todas las partes, pero especialmente a los menores, que son los auténticos protagonistas de este proceso.
Asesoría profesional, especialistas en derecho familiar
La mejor fórmula para llegar a un entente común que sea positivo para toda la familia es manteniendo una relación de cordialidad. En este sentido es aconsejable ponerse en manos de profesionales, abogados especialistas en derecho familiar que ofrezcan sus servicios de asesoría.
Los progenitores no deben tomar esta medida como una amenaza hacia la otra parte, sino justo lo contrario, la ayuda legal que sirva para dejar claro cuáles son las obligaciones adquiridas. Y por supuesto, la flexibilidad cabe en el calendario, pero siempre que se compartan de manera equitativa los cuidados.