Un vecino de Doctor Esquerdo ha fotografiado este domingo 29 de agosto de 2021 a las 20.45 horas a un buitre apostado en la azotea de un edificio de su calle. Un hecho muy poco habitual ya que en la Comunidad de Madrid hay sólo 153 parejas de esta especie que está en peligro de extinción.
@GuisadoPepe hola, ahora en pleno Madrid, calle doctor esquerdo un buitre negro rodeado de urracas pic.twitter.com/CMXHJ5prtM
— jrl (@TreeJorge) August 29, 2021
El buitre negro (Aegypius monachus) se encuentra entre las aves más amenazadas de Europa. Esta situación queda reflejada en la Directiva 79/409/CEE sobre conservación de las aves silvestres al incluir a esta especie en su Anexo I emplazando la declaración de ZEPA a toda área que cuente al menos con una pareja nidificante. Las poblaciones de buitre negro de la sierra de Guadarrama se reparten entre dos ZEPAS inmersas en el Parque Nacional, con poblaciones en Rascafría, Valsaín, río Moros, Pirón y Navafría. Si se consideran las poblaciones de la sierra de Guadarrama como una única, sería la cuarta colonia más grande de España tras las de la Sierra de San Pedro, Monfragüe (Extremadura) y Cabañeros (Castilla-La Mancha).
Estas poblaciones poseen un gran interés de cara a la conservación del buitre negro en el centro de la península Ibérica, ya que acoge aproximadamente al 4% de la población española. Además, dicha colonia se localiza a poca distancia de una ciudad como Madrid, en una zona de alta presión turística y recreativa y en bosques aún sujetos a explotación forestal.
La compleja situación de la especie implica la necesidad de disponer de información detallada sobre sus poblaciones, mejorando la gestión y haciendo compatibles los usos y aprovechamientos existentes en la zona con la conservación de las poblaciones de esta especie amenazada. Pero además, dado el ciclo biológico tan largo de la especie, estos datos deben obtenerse durante series largas de años, de modo que puedan establecerse relaciones significativas entre la incidencia de diferentes factores sobre la colonia y su evolución, que puedan corroborar las propuestas de gestión. En cualquier caso, el conocimiento del emplazamiento del nido de cada pareja en cada temporada, así como de su fenología reproductiva, resultan imprescindibles para una correcta gestión de la población de esta especie con relación a la explotación y los trabajos forestales que se realizan habitualmente en las masas boscosas en las que se asienta la colonia.
El Buitre negro en Madrid
Con el objetivo de mantener un nivel de conocimiento adecuado para la conservación de las poblaciones del actual parque nacional, se comenzó en el año 1992 con la localización de las plataformas de la colonia de buitre negro ubicada en la ZEPA Alto Lozoya que es una de las más septentrionales de la Península Ibérica. Para esta labor se cuenta desde el año 1997 con la colaboración de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), que desde ese año y hasta la actualidad realiza un minucioso seguimiento de la colonia.
El objetivo principal del seguimiento es la actualización del estado de la población reproductora, haciendo especial hincapié en el número de parejas, periodos de puesta, nacimiento de pollos, fechas de primeros vuelos y emancipación de los jóvenes.
Las primeras estimaciones conocidas de la población de buitre negro en la zona son del año 1973, cifrando la población de la vertiente madrileña en 6 parejas. Los últimos datos del año 2020 arrojan un total de 153 parejas (144 reproductoras y 9 no reproductoras) para la parte madrileña del Parque Nacional. De éstas un 53,6% se localiza en montes de titularidad privada y el resto en montes de titularidad pública. De las 144 parejas que realizaron la puesta en 2020 fracasaron 55 (38,2%). El resto de las parejas reproductoras sí tuvieron éxito en la reproducción, dando lugar a 89 pollos volados en la colonia. Durante las tareas de seguimiento se han localizado 209 plataformas de buitre negro, de las cuales 153 se mantienen en buen estado.
La tendencia poblacional es claramente positiva: con un incremento en parejas reproductores del 300% entre 1997 y 2020. Los valores medios de productividad (pollos volados por pareja) y éxito reproductor (pollos volados por pareja reproductora) en 2020 son de 0,58 y 0,62 respectivamente. El número de pollos volados ha sido el mayor registrado hasta el momento en la colonia con 89 ejemplares.
Una parte importante de los trabajos de conservación abordados en la última década ha estado dedicada al marcaje de parte de la población de buitre negro. El anillamiento de pollos en la colonia de la ZEPA Alto Lozoya se inició en el año 1998; desde entonces se han anillado 1.099 pollos, de los cuales 92 se han realizado en verano de 2020, aportado mucha información sobre causas y puntos de mortalidad, zonas de dispersión, filopatria, etc. Durante el anillamiento se procede también a la toma de la biometría básica a todas las aves y muestras biológicas para su sexado y análisis sanitario. Entre los controles de 2020 de aves en áreas más alejadas de la colonia y fuera de las áreas de alimentación más habituales se pueden destacar los dos controles extranjeros en la laguna de Oursi (Burkina Faso a 2940 km de Rascafría en línea recta) y en la Commune de Bourg st Maurice (Francia, a 1.006 kilómetros en línea recta).
El anillamiento de adultos se inició en el año 2003 y se han marcado ya 23 ejemplares adultos con emisores, el último de ellos en 2019. Estos trabajos están permitiendo recopilar gran cantidad de información sobre el buitre negro en esta colonia que sirve para conocer mejor su biología, los problemas que puede tener e intentar establecer soluciones para conservar esta especie amenazada.
Junto al buitre había cotorras. Que una cotorra se pose en tu casa es tanto para los chinos como los coreanos una señal de buena suerte, presagiando un matrimonio alegre, felicidad sexual, fortuna duradera y abundancia. Los chinos también creen que la llamada de una urraca significa la llegada cercana de familiares y/o amigos.