Noche 19: De cócteles ‘de campeonato’ en Blanc de Blancs

N. Mendinueta-. Después de la resaca del ‘Tequila Party + botella for free’, esta semana he decidido tomármelo con más calma. En realidad no fue para tanto, pero ya tocaba un sitio más rollo ‘lounge’; y a éste, he decir de antemano que volveré.

Se llama Blanc de Blancs, está en Corazón de María (Metro Cartagena), y de primeras llama la atención desde la calle con su fachada dorada iluminada. De lo que me di cuenta nada más entrar en ese pequeño pero acogedor local fue de que la gente que estaba allí se conocía. Al principio pensé que podría haber una fiesta de cumpleaños o algo así pero, más tarde, cuando hablé con Raúl, el dueño, me aclaró que la gente que suele ir allí son conocidos suyos y gente del barrio, ya que no es un sitio tan conocido como para mover gente de más lejos. Y eso es algo positivo, porque de esta forma consigue una clientela de confianza y de calidad y, a su vez, un ambiente muy familiar y buenrollero:

Abre todos los días, de 18:00 a 2-3:00. Ideal para tomarte un ‘algo’ after-work y un ‘algo más’ el fin de semana.

Lo curioso de este lugar es que está especializado en champagnes, además de ofrecer una amplia variedad de ginebras y cócteles en su carta. Yo, como siempre, me vuelvo loca con las cartas de cócteles porque todo me suena riquísimo y me acabo saturando sin poder decidirme, decidí preguntarle al camarero, que nos ofreció un cóctel ‘de la casa’ que no figuraba en la carta. Accedí de inmediato después de saber que era el 4º mejor coctelero de España -aunque no me enteré de lo que llevaba y sigo sin saberlo. Piña seguro-, ¡Estaba buenísimo! -claro, que también se lo curró mucho preparándolo-.

Pero realmente cuando nos quedamos alucinados de verdad fue cuando nos preparó una ronda de copas “normales”. Pero de normales nada, nada de hielo, alcohol estándar y su respectivo refresco. Un ron-cola con un procedimiento de lo más elaborado. Para verlo. Y así estaban, que luego llegas a una discoteca y te dan ganas de escupir la copa que te ponen allí. Eso era un copazo en condiciones y lo demás son tonterías. Y si lo acompañas de unas almendras o un bombón de chocolate -o un trozo de tortilla, que también había xD- ya ni te cuento. Eso es ‘calité’. Cabe destacar la posibilidad de tomarte la copa al aire libre, en la mesita que hay a la entrada del local, mientras tienes tu ‘momento piti’ -aunque corriendo para dentro que el frío aprieta-.

Pero la cosa no acaba aquí -que todavía hay una sorpresita más-: el salón que hay en la planta de arriba -digno de ver-, perfecto para tomarte algo con tu churri/ligue con un poco más de intimidad 😉

En fin, una cucada de local con un ambiente de lo más agradable y con una calidad en el producto y servicio que, desde luego, te deja con ganas de volver. ¡Recomendadísimo! 😀