P. Rodríguez.- El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) a pagar una indemnización de 110.000 euros a la familia de un bebé prematuro que murió en el Gregorio Marañón al infectarse por una bacteria presente en los biberones preparados en el Hospital.
El caso, que fue llevado por los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente, se remonta a septiembre de 2004, cuando, según la sentencia, se detectó un aumento de las infecciones en los neonatos ingresados en el Hospital Gregorio Marañón, que durante tres meses afectó a unos 30 recién nacidos, 11 de ellos con infecciones muy graves (sepsis) que causaron la muerte a cuatro.
La demanda inicial la interpusieron los familiares de uno de los bebés, que nació en un parto gemelar el 30 de noviembre de 2004 y falleció el 24 de diciembre de ese mismo año, tras sufrir un shock séptico por pseudomona aeruginosa, con fallo multiorgánico. De acuerdo con el TSJM, la evaluación del recién nacido era favorable hasta el inicio de la sepsis, por lo que se deduce que falleció por la infección y no por complicaciones propias de ser prematuro o tener bajo peso. La causa de la infección fue la contaminación de la leche durante el proceso de preparación de los biberones en el Hospital, ya que se obtuvieron cultivos positivos para la bacteria pseudomona en varias muestras de la leche preparada y en el agua de los lavavajillas. El hospital incumplió “la obligación de controlar y mantener las adecuadas condiciones de higienes y asepsia de las instalaciones hospitalarias evitando la presencia de gérmenes nocivos para la salud del paciente”, según la sentencia.
El Defensor del Paciente asegura que, pese a que el brote infeccioso fue detectado en septiembre, en noviembre del mismo año el hospital admitió el ingreso para realizar un parto gemelar prematuro cuyos niños “quedaron expuestos a la agresión de dicha bacteria nada más nacer”.