V. Ganem*.- Cuando te acercas a tu bebé, le cantas al oído y lo arrullas con mucha ternura, está comprobado que le ayuda a su desarrollo físico y afectivo. El vaivén los tranquiliza porque les recuerda la sensación tan placentera que sentían cuando estaban en el vientre materno. Es el mismo movimiento que sentían cuando andabas o hacías tus actividades diarias.
Cuando tu bebé llore, acude siempre a él. El “peque” intenta comunicarles que tiene una necesidad física o tan solo necesita sentirlos cerca, ya que para tu bebé todo es nuevo. Él percibe y siente absolutamente todo lo que sucede a su alrededor y necesita expresar sus tensiones, temores o enfados. Al sentirlos cerca se sentirá seguro y tranquilo.
Beneficios en el desarrollo físico:
- Maduración del sistema nervioso.
- Coordinación de los movimientos corporales.
- Mayor actividad de la circulación de la sangre.
- Estimulación del aparato respiratorio.
- Tonificación de los músculos del cuerpo.
- Estimulación del sistema vestibular (equilibrio que se encuentra en el oído).
- Facilidad para la digestión.
Beneficios en el desarrollo afectivo:
- Sensación de tranquilidad.
- Acercamiento a los padres al escuchar y sentir sus latidos del corazón (recuerda lo que escuchaba en el vientre materno).
- Enriquecimiento emocional a través del contacto físico con los padres.
- Sentimiento de confianza.
- Acercamiento y gusto por la música.
*Valentina Ganem es psicóloga infantil y directora del proyecto Crecer Juntos Con Arte (síguela en Facebook)